PE-1160 | Autor: Marcel Malgo
Daniel, Pablo, Andrés, Felipe y el eunuco no respondieron a la increíble revelación del misterio de Jesucristo con un simple agradecimiento. Cada uno de ellos sacó las consecuencias necesarias para sí mismo.
Daniel, Pablo, Andrés, Felipe y el eunuco no respondieron a la increíble revelación del misterio de Jesucristo con un simple agradecimiento. Cada uno de ellos sacó las consecuencias necesarias para sí mismo.
La clave para que Dios le revele sus misterios a una persona consiste en estar lleno del Espíritu de Dios, y un creyente así ora concretamente por una revelación de lo escondido.
Los misterios divinos normalmente están ocultos a nuestro entendimiento. Pero cuando estamos en la voluntad de Dios, son revelados por Él. No todos los misterios son revelados; algunos permanecen ocultos.
El último programa de la serie «El aspecto profético de Israel» muestra la historia de Dios con Israel. Imperdible estudio de Norbert Lieth.
Durante casi 2000 años, Israel anduvo a la sombra de la muerte. Pero al final de los días, deberá ser reunido nuevamente y llevado de regreso a sus praderas, al encuentro con el Señor para Su segunda venida.
Las aguas tranquilas indican el llegar a la paz de Israel en medio de las naciones. Actualmente, las aguas están turbulentas y azotadas por tormentas, pero se irán tranquilizando, como cuando Jesús apaciguó la tormenta.
El Salmo 23 puede dividirse en nueve puntos principales que corresponden a los versículos. La secuencia muestra, asombrosamente, la historia de Dios con Israel.
El pastor Herman Hartwich nos comparte sobre las oportunidades que Jesucristo brinda al hombre durante su vida terrenal para tomar buenas decisiones que influirán en la eternidad. También nos comenta un caso personal.
Hay ciertos peligros que sacan a Cristo del centro de nuestra vida, especialmente la auto-contemplación.
Puede ser que el Señor nos imponga tareas que parezcan imposibles, pero que se hacen posibles mientras le miramos. Quien no mire a Jesús no alcanzará nada en su vida de fe y siempre será dominado por las tempestades de la vida.
En esta ocasión se habla de lo que significa tener a Jesucristo en el centro, desde un punto de vista profético y, luego, espiritual.
Solo quien no tiene comunión con Jesús vive en egoísmo. Quien busca esa comunión se tornará abnegado.
¡Tener a Cristo en el centro provoca abnegación! ¿Estamos tan bajo el dominio de Jesucristo que podemos soltar todo lo demás? ¡Sí, gracias a Dios!
Cristo en el centro significa: ¡Sueltos de nosotros mismos! La meta de nuestro llamamiento se alcanza cuando todo en nuestra vida apunta a Jesús.
Existen cuatro razones por las cuales el Espíritu Santo actúa en nosotros: 1) Su obra en nosotros debe cumplirse en cierto período. 2) Su obra es la glorificación de Jesucristo. 3) El Espíritu Santo actúa en nosotros por el dominio completo. 4) El Espíritu Santo lucha por hombres a través de quienes pueda orar.
Existen tres elementos que nos garantizan respuesta a nuestras oraciones: 1) Las infalibles promesas de Dios. 2) El precioso nombre del Señor Jesús. 3) Nuestra propia sinceridad.
La oración de Saulo fue especial para Dios, y aquí hay 4 razones: 1)Era de todo corazón. 2)Sabía orar de modo que recibiera respuesta, su corazón estaba quebrantado. 3)Nació de santa reverencia ante la Palabra de Dios. 4)Fue el grito de un hombre en el mayor apuro.
Herman Hartwich comenta en este programa sobre las barreras que el hombre construye frente a Dios y a su propia naturaleza.
En los últimos tiempos, Satanás desatará su ira contra el pueblo judío. Él quiere apagar a Israel, por ser el testimonio santo de Dios en la tierra. ¡Pero no le será posible!
“Olas del tiempo final” es el título de esta serie de Norbert Lieth. A través de un interesante estudio sobre la antigua ciudad de Tiro, nos muestra cómo los tiempos finales se van acercando.