¿Qué será mañana?
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30 mayo, 2018¿Qué significa el acercamiento entre las dos facciones palestinas, Fatah en Cisjordania y Hamás en Gaza? ¿Realmente esconde la intención de unificar a los palestinos, o tiene otras causas? Sin duda alguna, Gaza se encuentra en una situación sin salida. Los únicos que siguen dispuestos a ayudar a esta región son los iraníes, pero habría que impedir por todos los medios que esto resulte en una relación de dependencia. En este sentido, son decisivos los esfuerzos de Egipto bajo el presidente al-Sisi por liberar a Gaza y a Hamás de los lazos del islam shiita militante. Asimismo, pareciera que la reconciliación de las dos facciones palestinas sería también la condición para lograr el apoyo de los Estados árabes moderados, entre los cuales Arabia Saudita tiene hoy una posición de liderazgo.
Arabia Saudita, que durante mucho tiempo fue mayormente wahabista, es decir, siguió una de las formas más extremas del islam, se está hoy distanciando del mismo bajo el liderazgo de su príncipe heredero, Mohamad bin-Salman, para convertirse en representante de un islam moderado. El príncipe quiere llevar a su país hacia la modernización y librarlo de la dependencia del petróleo. Por eso, en octubre de 2017, anunció un proyecto de 500 mil millones de dólares que permitiría a Arabia Saudita elevarse al nivel de las naciones industrializadas.
No lejos de Eilat, en el golfo de Áqaba, donde se encuentran Arabia Saudita, Jordania y Egipto, se levantaría una “ciudad inteligente” para empresas de alta tecnología en el área de la energía solar, biotecnología, tecnología hídrica y alimenticia, robótica, etc. Todas estas son áreas en las cuales los israelíes están más avanzados que sus competidores árabes. Por esto, hace ya algún tiempo, se establecieron contactos con empresas israelíes, que no se hicieron públicos por cuestiones de sensibilidad política.
El gran obstáculo, que hasta ahora ha imposibilitado una cooperación oficial entre Israel y los árabes, es la falta de un arreglo de paz entre Israel y los palestinos. Pero los actuales esfuerzos palestinos para unificar sus facciones significan un paso hacia un futuro arreglo con Israel. Además, parece ser que Arabia Saudita estará apoyando estos esfuerzos, a fin de liberar a los palestinos de las garras del Irán.
Una cosa es clara: es cada vez más urgente para el desarrollo económico de toda la región que se logre un arreglo de paz israelí-palestino. Y nos parece que efectivamente se logrará, ya que la Biblia habla de un tiempo de aparente paz en Ezequiel 38 y en 1 Tesalonicenses 5.
Detrás de este gigantesco proyecto saudí está, entre otros, también Estados Unidos. Jared Kushner, yerno del presidente Trump, tendría buenas relaciones con el príncipe heredero saudí, y sería el responsable, de que la primera visita al exterior del presidente norteamericano se dirigiera a Arabia Saudita e Israel.
En una entrevista, David Friedmann, embajador estadounidense en Israel, hizo la siguiente y notable declaración: “En lugar de tratar de llegar rápidamente a un arreglo con los palestinos, lo haremos bien”. Estas palabras nos dan a entender que realmente se está preparando un proyecto serio.
Para Israel y los árabes en esa región, el progreso económico es una necesidad vital y dará nuevos impulsos a la fuerza creativa para solucionar el viejo conflicto entre judíos y palestinos.
Sin embargo, todo este desarrollo también contribuye a la formación de dos bloques de poder, de los cuales también habla la Biblia: uno en el sur, bajo el liderazgo de Arabia Saudita, y el otro en el norte, bajo la guía de Irán, y probablemente más adelante también de Turquía. En algún momento, estos dos bloques se enfrentarán, pero antes vendrá un tiempo de calma como lo conocemos de la época de Noé, hasta que de repente venga el Señor Jesucristo para establecer Su Reino.
Hace más de 2000 años, a través de la primera venida del Mesías, Dios estableció Su Reino en los corazones de los hombres que creen en Él. Cuando el Mesías venga por segunda vez, establecerá Su Reino visible en esta Tierra. Mientras tanto, vivamos nuestra fe con esperanza, sabiendo que Su gracia está con nosotros y pronto Él reunirá a Su Iglesia con Él en los cielos.