"Y convertiré en camino todos mis montes, y mis calzadas serán levantadas."

Isaías 49:11


¿Qué aspecto tiene este camino? Es un camino preparado, aplanado. Pese a que tú no lo veas, así mismo podrás seguirlo con confianza y tranquilidad. Pues somos conducidos por el Señor, inclusive cuando no lo podemos notar. Andamos en las obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos. El Señor enfatiza que El mismo quiere aplanar tu camino: "Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos..." Te pregunto:


¿Está todo seco y árido en tu corazón? ¿Tu interior parece un desierto donde los frutos ya no crecen, donde no se encuentran los frutos del Espíritu, de los cuales tú tienes tanta necesidad? Entonces oye la Palabra del Señor para ti: "He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad."


¡Qué promesa tan maravillosa y consoladora! El Señor nos habla de lo mismo cuando dice en otro pasaje: "Así dice Jehová, el que abre camino en el mar..." ¡El quiere provocar un avivamiento en tu vida, quiere abrir un camino en tu desierto! ¡Qué promesa tan maravillosa! Agradécele ahora mismo por esto y di: "Señor, te agradezco. Sé que tienes muchos medios para socorrerme y que Tu camino es lo mejor para mi vida."