Tus Preguntas y la contestación de Dios

Aquí encontrarás algunas preguntas que tal vez te estés haciendo, o que quizás te hiciste en algún momento. Todas fueron tomadas de la Biblia, la Palabra de Dios.

[Recuerda que la Biblia es una recopilación de 66 libros y cartas, que fueron escritos por hombres, inspirados por Dios. Por esa razón, cuando damos una respuesta basada en la Biblia, tenemos la certeza de que es Dios quien habla, no nosotros.]

¿Hay vida después de la muerte?

¡Absolutamente! Así leemos en la Carta a los Hebreos 9:27: “Está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio”.

¿Es importante que creamos en el Dios de la Biblia?

Tu futuro depende de esto. En el Evangelio de Juan dice: “El que cree en el Hijo (Jesús) tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios”. “El que cree en Él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios” (Evangelio de Juan 3:18 y 36).

¡Hay tantas y diferentes religiones! ¿Cuál es la verdad?

La “religión” como tal, no salva a nadie. Existe un solo camino a la salvación. Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida, nadie llega al Padre (Dios) sino por mí”

(Evangelio de Juan 14:6).

“… Jesucristo de Nazaret… De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos” (Libro de los Hechos 4:10 y 12).

No debes preocuparte por cuál religión es la correcta, sino de que tu relación con Dios sea la correcta. Cuando nuestra fe está puesta en el fundamento correcto que es Jesucristo, lo demás vendrá solo. Él nos guiará por medio de Su Palabra.

En realidad soy una buena persona, no le hago mal a nadie y vivo honestamente.

No hay nada, absolutamente nada que puedas hacer que te dé un lugar con el Señor en la eternidad. Solo hay un camino para poder llegar allí. “Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios. No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada” (Carta a los Efesios 2:8 y 9).

Todavía tengo tiempo para tomar esta decisión.

En el Evangelio de Lucas, Jesús cuenta la historia de un hombre muy rico que se dijo a si mismo: “Destruiré mis viejos graneros, y mandaré a construir unos mucho más grandes. Allí guardaré lo que he cosechado y todo lo que tengo. Después me diré: ¡Ya tienes suficiente para vivir muchos años!”. Pero Dios le dijo: “¡Qué necio eres! Esta misma noche vas a morir, y otros disfrutarán de todo esto que has guardado”. Nadie en esta tierra tiene el “mañana” asegurado, y estoy convencido de que eso ya lo sabes.

¿Y tú mi amigo, amiga? ¿Qué harás?

Tienes sólo dos opciones, aceptas este mensaje o lo rechazas, ya sea ignorándolo, no creyendo o maldiciendo. Pero NO puedes ser imparcial.

Dios te dice “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo” (Libro de los Hechos 16:31).