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Compromiso Total 
(3ª parte)

Autor: William MacDonald

  La palabra discípulo ha sido por demás utilizada, y cada usuario le ha dado el significado de su conveniencia. El autor de este mensaje nos lleva a examinar la descripción de discipulado que presentó Jesús en sus enseñanzas, la cual se halla también en los escritos de los apóstoles, para que aprendamos y descubramos más acerca de este concepto.


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PE1870 – Estudio Bíblico  –  Compromiso Total (3ª Parte)



¿Cómo están amigos? En esta tercera parte del mensaje, comenzamos preguntándonos: ¿Qué es lo que impide nuestro compromiso?

En primer lugar: ElTemor a la voluntad de Dios o a lo que Él nos pueda pedir.En general, lo primero que la gente piensa es en el campo misionero. Serpientes, escorpiones, arañas, pantanos, calor y humedad sofocantes. Pero Dios tiene una variedad de misiones para su pueblo y su voluntad es siempre buena, agradable y perfecta. “El Dios de infinito amor y sabiduría sólo quiere lo mejor para su pueblo”.

Una jovencita le dijo a Graham Scroggie: “Tengo temor de dejar que Cristo sea mi Señor, tengo temor de lo que me pueda pedir”. Sabiamente, el Dr. Scroggie le contó la historia de Pedro en Jope. El Señor le dijo a Pedro que se levantara y comiera. Tres veces Pedro respondió“No Señor”. Con gentileza, Scroggie dijo: “Puedes decir” ‘No’ y puedes decir ‘Señor’, pero no puedes decir – ‘No Señor’. Te voy a dejar mi Biblia y este bolígrafo. Tú ve a la otra habitación y tacha la palabraNo,o la palabraSeñor”. La mujer volvió sollozando. Él tomó la Biblia y allí vio que la palabra “No” estaba tachada. Ella estaba diciendo: “Él es el Señor. Él es el Señor”. En esto consiste la santa obediencia. Él no obliga a personas poco dispuestas. Él quiere voluntarios. Él obra en nosotros tanto el querer como el hacer (como dice Fil. 2:13).

En segundo lugar: ElTemor a lo que Dios pueda tomar. Esto carece absolutamente de fundamento. Nuestro Señor no ha venido a quitar sino a dar. Es más, su voluntad es buena, agradable y perfecta. Tener temor de ella, es tener temor de una bendición.

En tercer lugar: ElTemor a lo que Dios pueda negar. Tememos que quizá Él no quiera que nos casemos. (Lo cual es poco probable. El matrimonio es su voluntad para la mayoría de las personas. Si Él quiere que permanezcas soltero te dará la gracia para hacerlo, y aprenderás que es mejor estar soltero que estar casado con la persona equivocada). Tememos que su voluntad pueda poner en peligro nuestra oportunidad de tener una carrera lucrativa, una casa bonita, hijos, y dos autos. ¿Acaso no es suficiente darle nuestros años de jubilación a Él? No, no lo es.

Él no quiere la punta final de una vida desperdiciada. Él quiere lo mejor.

En cuarto lugar: ElTemor a la pérdida de independencia. Su voluntad puede interferir con nuestro amor por hacer nuestras cosas y hacerlas a nuestra manera. Esto significa dar lo mejor de nuestra vida al mundo.

En quinto lugar: ElTemor a lo desconocido. Cuando Abraham se fue de su tierra en obediencia al Señor, aprendió que es mejor caminar en la oscuridad con Dios que caminar solo en la luz. Es mejor confiar en la visión de Dios que en la propia.

En sexto lugar: ElTemor a la pérdida de seguridad. Tememos el hecho de no tener un medio visible de sustento, y que tengamos que depender de los beneficios estatales. ¿Cuándo aprenderemos que Dios es nuestra única seguridad, y que si lo ponemos primero nunca nos faltará lo que necesitamos en esta vida?

En séptimo lugar: ElTemor a las dificultades. La pérdida del confort. Pensamos que la entrega total significa la pérdida de la comodidad. Pensamos que estaremos condenados a utilizar los baños exteriores. Que no podremos tomar una ducha cada día. Que tendremos que usar ropa de segunda mano, usar muebles donados y varias cosas más usadas. Dichos temores causan risa.

En octavo lugar: ElTemor a no adecuarse. Las personas dicen: “No tengo los suficientes dones para que Dios me use. Soy un Don Nadie, sin talentos especiales”. Quienes dicen esto se olvidan que a Dios le encanta usar lo necio, lo débil, lo despreciado de este mundo (como dice 1 Co. 1:26 al 28). Si califican frente a cualquiera de estos títulos, Dios puede usarlos. De esta forma, cuando algo bueno sucede, Dios se lleva la gloria.

En noveno lugar: ElTemor a la pérdida de estatus. Pensamos que somos demasiado como para dedicarnos al servicio cristiano. Pensamos que sería un paso hacia abajo en la escalera social. Esto no es otra cosa más que un orgullo mayúsculo. Considere lo siguiente: podemos ascender por la escalera del éxito, sólo para darnos cuenta, al llegar a la cima, que la escalera estaba apoyada en la pared incorrecta.

Veamos ahora: ¿Cuáles son las alternativas a una vida de entrega total? Una vida dedicada a lo trivial. Un alma salvada, pero una vida perdida. Entrar al cielo con las manos vacías.

Cornelius Plantinga Jr. lo describió de esta manera: “En este momento estás embarcado en una carrera hacia la nada, te paseas por los shoppings, matas el tiempo, miras los programas de televisión hasta que conoces a los personajes mejor que a tu propia familia”.

Existe, entonces, un:COMPROMISO DEFECTUOSO

En el Nuevo Testamento hay, por lo menos, tres claros ejemplos de compromiso defectuoso.

El de: Ananías y Safira (que se encuentra en Hechos 5:1 al 11). Ellos fingieron darlo todo, pero retuvieron una parte para sí mismos.

El de: Las tres negaciones de Pedro (de las cuales leemos en Mt. 16:22; Jn. 13:6 y 8; y en Hechos 10:13 y 14). El apóstol dijo:“No Señor”. Usted puede decir“No”y puede decir“Señor”, pero no puede decir“No Señor”.

El de: Los hombres que dijeron:“yo primero”(lo cual está escrito en Lc. 9:57 al 62). Tres hombres dijeron que querían seguir a Cristo, pero pusieron sus propios intereses delante de los de Él.

Preguntémonos, entonces, qué significa o qué es una: ENTREGA TOTAL

Es una crisis. Debe haber una primera vez en la cual colocamos nuestras vidas en el altar del compromiso total. Puede que exista una lucha enorme, como en el caso de Jesús, del cual leemos:“Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”.

Alguien dijo: “Entréguele todo lo que hay en usted. No le dé cosas a medias, no le dé algunos pedazos, no guarde reservas, no le dé parte de sus dones fingiendo que la parte que entrega es el todo. Existe una unidad y simplicidad impresionante en aquella vida que ama a Dios y sirve a Dios sin distracciones, de todo corazón. Dicha vida no será fácilmente apartada de su primer amor”.

Y otra persona acotó: “Algo extraordinario sucede cuando algún joven entrega sus talentos y potencial a los pies del Salvador”.

Puede que no haya una experiencia emocional. Puede que no hayan luces, campanas o temblores en su cuerpo. Pero sí experimentará la sensación de entregar aquello que ha dejado de amar.

David Livingston dijo: “Es una pena que no tenga más nada para dar”.

Homer Grimes pregunta y, a la vez, se responde:

¿Qué debo darte Maestro,
Tú que has muerto por mí,
Debo darte menos de todo lo que poseo,
O debo dártelo todo a Ti?
Jesús, mi Señor y Salvador,
Tú has dado todo por mí.
No una parte, ni la mitad de mi corazón,
te entrego todo a Ti.

Charlotte Elliott lo expresó de esta forma:

Tal como soy, sin más decir,
Que a otro yo no puedo ir,
Y Tú me invitas a venir,
Bendito Cristo, vengo a Ti.

Todos estos poetas estarían de acuerdo con Henry Bosch, cuando escribió: “En lugar de planificar su propio futuro, busque la dirección de Dios. Ya que Su voluntad se basa en Su infinito amor y sabiduría, puede estar seguro que el placer y el gozo más grande se encontrará en hacer lo que Él quiere que usted haga”.

 

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