Cuando se mueve el piso

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Titulo: “ Cuando se mueve el piso ”
 

Autor: Herman Hartwich 
Nº: PE1036

Una gran experiencia del apóstol Pablo en la cárcel, relatada por el Pastor Herman Hartwich.

 


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«Cuando se mueve el piso «

Hola mis amigos ¿Cómo están? Es un verdadero placer para mí estar junto a ustedes en este día, deseoso de compartir con ustedes algo maravilloso, y se trata de la palabra de Dios, y la palabra de Dios es maravillosa. Yo quiero invitarles si usted tiene una Biblia a mano, puede consultar en el libro de los Hechos de los apóstoles capítulo 16, allí tenemos una maravillosa historia, el relato de un evento real que escribe el evangelista Lucas a partir del versículo 1.

Usted puede dar lectura a todo el pasaje pero simplemente voy a remitirme a algunas partes del relato porque es muy amplio. ¿Sabe algo?, quisiera que usted pensara en aquellos momentos cuando se nos mueve el piso, sí está escuchando bien, cuando se nos mueve el piso! ¿Nunca se le ha movido el piso a usted, nunca lo ha descolocado alguna situación de su vida? Pues yo quiero decirle que en mi vida ha habido muchos momentos, cuando el piso se me ha movido es más, estuve en una oportunidad cuando se movió el piso literalmente.

Porque estaba ocurriendo un terremoto. Y, Qué sensación más desagradable ¿verdad?, de inestabilidad, de mareo, hasta diría que revuelve el estómago. Mis amigos, en esta oportunidad a una persona se le movió el piso. Quisiera decirles que en este relato usted va a encontrar que en la ciudad de Filipos estaban predicando el evangelio el apóstol Pablo y su ayudante y generalmente la palabra de Dios produce una reacción. Por supuesto era una ciudad de origen pagano, con prácticas paganas y donde usted está viviendo no es menos que Filipos; porque estamos plagados de idolatría, plagados de paganismo, plagados de superstición. Y, como dice la escritura, que la mayoría de la gente a lo bueno lo llaman malo y a lo malo lo llaman bueno. Aquí vemos esto, había una adivinadora.

Sus amos estaban explotando al espíritu de adivinación que tenía esta muchacha. El apóstol Pablo se sintió molesto le reprendió el espíritu y la muchacha quedó sana y así se terminó la ganancia de aquellos hombres. Esto produce una revuelta en la ciudad y dicen, «estos hombres siendo judíos alborotan esta ciudad y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir o hacer porque somos romanos». Sabe que la gente considera a veces la palabra del evangelio como que es un alboroto para la ciudad, como que es malo para la ciudad.

Pero, qué equivocadas que están las personas porque el evangelio nunca perjudica a nadie. La palabra de Jesucristo no perjudica a nadie! Al contrario. Jesús mismo dijo que ha venido a dar vida y vida en abundancia él no vino para destruir su vida, él no vino para destruir su matrimonio, él no vino para destruir su familia, todo lo contrario mi amigo. Jesucristo quiere rescatar su vida de toda la perdición. En este caso fueron encarcelados hallados culpables por ser alborotadores de predicar el amor, la misericordia, la verdad, el bien. Pero entonces, como buenos cristianos, no sucumbimos en la crisis.

Hay una canción que nosotros cantamos en nuestra congregación que dice que nada me moverá, ni las circunstancias, me harán mover. A pesar de la circunstancia que me toque vivir, yo no voy a aflojar en la fé. Estos hombres, aún a la medianoche y en la parte más profunda de la cárcel donde posiblemente estaban con mucha humedad, rodeados de cucarachas y quién no dice que quizás las ratas estaban haciendo cosquillas mordisqueando los dedos de sus pies que quizás estaban presos en el cepo. Mis amigos como cristianos, estamos dispuestos a pasar lo indecible por amor de Jesucristo y por amor a la gente por amor a la verdad que predicamos.

Estos hombres a la medianoche oraban y cantaban al Señor porque el canto, la alabanza nos ayudan a sobrellevar las pruebas. Pero Dios responde y envió aquí un terremoto. Dice el relato allí en el versículo 26. «Sobrevino de repente un gran terremoto de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían y al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron. Despertando el carcelero el encargado de la cárcel y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar pensando que los presos habían huido. Mis amigos, este hombre era el encargado de la cárcel.

El responsable de todos los presos. Y la ley romana era muy dura si una persona, cualquier centurión cualquier guardia de una cárcel era burlado y se le escapaba un preso, entonces pagaba con su vida. Este hombre, se sintió sacudido y antes de sufrir, de estar dispuesto a sufrir quizá, la ejecución por mano de soldados romanos, prefería Quitarse la vida. Mis amigos, a este hombre se le movió el piso y lo primero que pensó fue quitarse la vida. Y no afrontar las consecuencias, saben que entre mis amigos es posible hay muchos.

Más de lo que me imagino, me puedo imaginar, gente que está sufriendo, gente que se les está moviendo los cimientos de su vida y están pensando en esta hora quitarse la vida. Porque piensan que esta es la salida. No se equivoque mi amigo, mi amiga. No se equivoque, aguante, resista, defienda eso maravilloso que Dios le ha dado que es la vida, el don de la vida. Mi amigo, el relato sigue diciendo que los apóstoles clamaron a gran voz y le dijeron, » no te hagas ningún mal pues todos estamos aquí» Para detente no actúes. No actúes así, locamente, precipitadamente. Este hombre, era un hombre duro. Para ser un carcelero tiene que ser un hombre duro de carácter fuerte drástico.

Quizás hasta odioso. Que no se deja recibir órdenes así no más. Nosotros sabemos que los encargados de cárceles son gente dura, Quizá usted que me está escuchando está en una cárcel y usted sabe lo que es un jefe de cárcel o quizá usted ha visto en una película lo que es un jefe de cárcel. Es duro, drástico, parecería que no fuera un humano inclusive. Pero si usted es un carcelero, si usted es un policía, si usted es un guardia policial o un militar y está a cargo de gente que está presa que está privado de su libertad sepa que yo sé que usted tiene un corazón que necesita, que necesita a gritos de una ayuda yo sé que usted es una persona que tiene sentimientos que tiene necesidades tal como yo o como cualquier otro de su prójimo. Entonces este hombre ante esa palabra del apóstol : » no te hagas daño estamos aquí» fue se arrodilló delante de ellos y les dijo: » oh señores, qué tengo que hacer para ser salvo» ¿Qué tengo que hacer?

La mayoría de la gente dice: ¿Qué tengo que hacer? No se trata de hacer algo para salvarse. Estamos acostumbrados con las religiones paganas el obrar. Los moralistas tienen que ser buenos, los humanistas esto, y esto, todo es hacer y hacer, sacrificios. No! No hay sacrificios que nosotros podamos hacer que logre la redención de nuestra vida, que logre la salvación de nuestra vida. Mi amigo, acá lo único que tiene que hacer, el apóstol pablo le dice: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, no solamente tu, sino que detrás de ti viene tu casa. Y así fue, ¡Qué maravilloso! Este hombre se humilló delante de Dios. Y como dijera en el libro de los hechos de los apóstoles capítulo 20 versículos 20 y 21 el apóstol dice: Les he testificado, tanto a los judíos como a los que no son judíos a cerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe para con nuestro Señor Jesucristo. Este es el obrar para salvación. Esto es lo que Dios te pide que hagas para salvarte que te arrepientas de todo lo que has ofendido a Dios.

No me diga que usted no ha ofendido a Dios. Todos nosotros hemos ofendido a Dios. La Biblia dice que no hay ni uno de los seres humanos que sea inocente delante de Dios. Entonces mi amigo, arrepiéntase de corazón delante de Dios y dígale, he pecado Dios contra ti. He hecho lo malo. Soy malo Señor. Pero me arrepiento. Me duele, Te pido perdón Y pido que Jesucristo entre a mi corazón porque yo sé que él murió por mi en la cruz. Pagó el precio él fue el que hizo la obra. Mi amigo, si se te está moviendo el piso entonces permíteme decirte, no te hagas daño al contrario, cree en Jesucristo y él te va a salvar. No importa la situación. No importa cuán tremendo sea el movimiento que estás sufriendo.

El terror que estás sufriendo y padeciendo en esta hora. Ya sea por una enfermedad cruel ya sea por una separación de tu pareja por el abandono de tu familia, por la muerte por cualquier circunstancias que sientes que todo el mundo se te termina, entonces, no es así. Jesucristo es la esperanza para tu vida Toma una decisión por él y háznosla saber. Escríbenos, llámanos. Haznos saber de tu decisión por Jesucristo. Qué Dios te bendiga.

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