Cuatro Etapas en el Camino hacia el Arrebatamiento (1ª parte)
13 mayo, 2009Un Concepto de Seguridad Espiritual (1 de 2)
14 mayo, 2009Título: Cuatro etapas en el camino hacia el arrebatamiento
Autor: Norbert Lieth
NºPE1348
Los mensajes de Jesucristo en el libro de Apocalipsis, fueron dirigidos a siete iglesias locales en Asia Menor (actualmente Turquía) que realmente existían. Pero además, sirven de exhortación y edificación a cada una de las iglesias de todos los tiempos – por lo tanto también a nosotros. Como el Apocalipsis en su totalidad es un libro profético, es lógico que también los mensajes a las siete iglesias tengan un significado profético para el futuro.
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Estimado amigo, hoy podemos decir con toda claridad que estamos al final del tiempo postrero y que el arrebatamiento está a la puerta. Hemos considerar tres de las cuatro advertencias que nos indican que este suceso es inminente.
Voy a repetirlas brevemente:
1. Tiatira: (Ap. 2:24-25)
Aquí se menciona, por primera vez en los siete mensajes a las siete iglesias, el regreso de Jesús. Es posible que ya los creyentes de Tiatira hayan esperado el regreso del Señor en su generación.
Llama la atención que este mensaje esté dirigido, justamente, a la iglesia que, simbólicamente, representa la era de la Iglesia Católica. Creo que esto nos quiere enseñar que el sistema de la Iglesia Católica estatal permanecerá hasta que el Señor regrese.
2. Sardís: (Ap. 3:1-3).
Se habla aquí de un sistema eclesiástico reformado, que antes tenía vida espiritual (tiempo de la Reforma) y todavía tiene nombre de que vive, pero, en general, hoy está muerto. Es una Iglesia muerta, ya que el Espíritu Santo ya no vive en ella. Por lo tanto, es una Iglesia no preparada, para la cual el Señor vendrá como ladrón. Se perderá el regreso de Jesús, porque no es un miembro vivo del Cuerpo de Jesús. Quien se encuentre en un un sistema eclesiástico cristiano, sin conversión personal, ni relación con el Señor, será sorprendido por el repentino regreso de Jesús, porque no tendrá parte en Él.
3. Filadelfia: Ap. 3:10-11).
Aquí se menciona una iglesia que volvió a las verdades y doctrinas bíblicas. Se refiere a la época del avivamiento dentro de la Iglesia, en la cual se volvió a creer en el arrebatamiento y a anunciarlo. Al final, la Iglesia verdadera coexistirá con dos sistemas eclesiásticos formales. Ella será guardada de la hora de la prueba que vendrá sobre toda la tierra.
Seguimos ahora con la advertencia a la iglesia de Laodicea.
„He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo»
(Ap. 3:20). Este pasaje bíblico quiere advertirnos de lo actual e inminente que es la venida del Señor. Por supuesto que podemos aplicar este versículo de manera evangelística y también como mensaje de santificación, pero también es cierto que tiene que ver con Su regreso.
Vivimos en la época de Laodicea. Jesús está a la puerta. Él viene pronto. Si alguien está delante de la puerta y golpea, es porque ya casi llegó. Necesitamos una puerta abierta para el regreso de Jesús. No podemos cerrar las puertas de nuestros oídos, de nuestra conciencia, o de nuestro corazón. Prestemos atención también a algunos pasajes paralelos:
„Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta»
(Stg. 5:9).„De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas»(Mt. 24:32-33).
¿Estamos concientes de que se apresura el momento del regreso de Jesús? Tenemos en la Biblia cuatro señales que precederán este acontecimiento, y las cuatro ya ocurrieron.
El arrebatamiento mismo
„Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado»
(Ap. 4:1-2). Estos dos versículos contienen siete expresiones que llaman la atención y todas tienen que ver con el arrebatamiento:
a) „después de esto»: después de la época de la Iglesia, después de los mensajes a las iglesias (Ap. 1:19)
b) „una puerta abierta en el cielo»: Jesús, el que en Laodicea estaba delante de la puerta, ha venido.
c) „la trompeta»: es mencionada dos veces en el arrebatamiento (1 Ts. 4:16; 1 Co. 15:52)
d) „la voz»: la voz del arcángel (1 Ts. 4:16)
e) „al instante»: El arrebatamiento tendrá lugar en un abrir y cerrar de ojos (1 Co. 15:52)
f) „en el Espíritu»: El Espíritu Santo buscará a la Iglesia y la llevará al cielo (Pentecostés al revés)
g) „el trono»: El Espíritu Santo arrebatará a la Iglesia hacia el trono de Dios (1 Ts. 4:17-18)
El Espíritu Santo y el arrebatamiento
Muchas veces la gente pregunta qué significa el siguiente pasaje con referencia al arrebatamiento:„Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida»(2 Ts. 2:6-8).
¿Qué es lo que todavía detiene al anticristo? Muchos dicen que es el gobierno, las leyes, los ángeles o el Espíritu Santo. Pero siempre llegamos a comprender mejor un asunto cuando buscamos pasajes paralelos, pues la Biblia es la mejor interpretación de sí misma.
A continuación, algunos pasajes bíblicos que claramente muestran el arrebatamiento de la Iglesia en relación a la obra del Espíritu Santo:
a)„…el Espíritu del Señor arrebató a Felipe…»(Hch. 8:39). El evangelista Felipe fue arrebatado por el Espíritu Santo – no vertical sino horizontalmente.
b) „Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu»
(2 Co. 5:4-5).
c)„En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa»(Ef. 1:13-14).
d) El mayordomo Abdías dijo a Elías:„Acontecerá que luego que yo me haya ido, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa, y al venir yo y dar las nuevas a Acab, al no hallarte él, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud»(1 Re. 18:12).
e) Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo:„He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; quizá lo ha levantado el Espíritu deJehová, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis»(2 Re. 2:16).
f)„Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado»(1 Co. 15:52).
Según entiendo, estos pasajes muestran claramente que será el Espíritu Santo, el que hizo Su morada en la Iglesia, quien también la arrebatará al cielo.
Tres breves pensamientos para finalizar
a) Después del arrebatamiento, Jesucristo abrirá los siete sellos del juicio. Ay de aquél, que haya quedado atrás y esté bajo la ira de Dios:„…y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?»(Ap. 6:16-17).
b) Lo decisivo será el último viaje. Al final de la vida, ya no importarán los viajes que uno haya hecho y dónde haya estado. Habrá una sola cosa que contará entonces: ¿Cuál será el destino del último viaje?
c) Retén lo que tienes. El evangelista E. Krupka dijo: „Leí el Nuevo Testamento y subrayé en verde todos los pasajes que hablan de la venida del Señor. Al final, casi todo mi Nuevo Testamento estaba colorado de verde. Y yo mismo pude constatar que la mayoría de los pasajes están relacionados con exhortaciones en cuanto a la santificación diaria. Entonces comprendí que la cuestión del regreso de Jesús no es una cuestión de cálculo del tiempo, sino de santificación. No tenemos que calcular, sino que tenemos que santificarnos.»
Un autor cristiano (Ritz) dijo en relación a la pregunta de quién participará en el arrebatamiento: „Saber, sin actuar consecuentemente, es peor que la falta de conocimiento. Tú sabes el camino, ¿ya diste el primer paso? ¡Si no puedes responder a esta pregunta con seguridad, decídete a hacerlo ahora mismo! Hazlo hoy, pues mañana puede ser demasiado tarde.»