De Homosexual a Padre de Familia

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De Homosexual a Padre de Familia

Cristo ofrece una posibilidad de cambio a todos aquellos que se lo permiten. José Horacio Paz nos cuenta su testimonio de cómo el Señor lo fue guiando a poder abandonar la elección de ser homosexual para encargarse de Sus cosas y seguirlo a él. En este programa comparte la bendición que es para él su familia!


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EA392 – Entre Amigas – Tras los hilos de este mundo


 


Receta: Panqueques de espinaca y queso


Entrevista con José Horacio Paz



Sandra: queridas amigas y ahora sí en exteriores seguramente ustedes van a escuchar los ruidos, de este congreso, estamos en el congreso de ACUPS de Punta del Este y por segunda vez queremos invitar a José Paz es estuvo contando ya acerca de su testimonio y yo le decía a José qué bueno sería verte de Nuevo y contar de tu vida actual así que Bienvenido Nuevamente!

José: Bueno Hola mucho gusto y sigo diciéndoles muchas gracias por darme esta oportunidad que se me ha dado de poder participar en este congreso y poder compartir algo acerca de mi vida, acerca de lo que Dios ha hecho en mi vida, y ahora bueno, hoy compartirte algo, en cuanto a mi vida familiar…

Sandra: Para aquellos que no escucharon el programa pasado, simplemente recordar, José Paz el es de Córdoba, el ha vivido una experiencia, viviendo varios años después de tener una infancia con abuso sexual, después vivió como homosexual hasta los 25 años, y a los 26 años conoce al Señor y ahí comienza todo un proceso de cambio. De esto hablamos en el programa anterior que lo invitamos y bueno, yo le preguntaba cómo fue esto de conseguir novia cómo influyó todo esto en los temores, cómo fue que conformaste esa familia?

José: bueno la verdad todo comenzó cuando la iglesia me comenzó a hablar de que yo tenía que formar una familia. La verdad es que me daba un poco de temor, el hecho de que tuviera una familia. Y yo con mis temores propios lógicamente de tan poco tiempo que estaba militando y caminando, tenía mucho miedo. Pero también se jugaba algo muy pero muy importante en mi vida, de creerle a Dios lo que él me prometía, porque a través de las distintas personas que me fueron hablando del Señor, me fueron demostrando el amor, todos coincidían con lo que decía la palabra. Tu tienes que formar una familia, te tienes que casar porque no puedes estar solo…

Sandra: Era una tentación para ti el estar solo y volver a lo de antes?

José: Y yo te diría de que sí. Porque la palabra dice que el enemigo anda como león rugiente buscando a quién devorar. Indudablemente que es importante que conformara conmigo, no es cierto? El matrimonio, porque solo no se puede andar. Es decir, se puede andar solo pero yo creo que el Señor en este, lo hablo desde el punto de vista particular, tenía este propósito. Me podría haber dejado solo, yo creo que si el Señor me hubiera dejado solo me hubiese capacitado, me hubiese fortalecido, y yo hubiese podido hacer lo que estoy haciendo actualmente. Pero creo que el propósito de él era otro, que él quería que me casara, que tuviera una esposa, que tuviera hijos, porque creo que la obra él la completa, y a lo mejor todavía no la completó. Tener que estar haciendo cosas tanto en mi vida como en la de mi esposa. Pero la completa de esta manera. Me pone al lado una mujer idónea, luego los hijos, y yo creo que esto es lo que me permite a mí poder abarcar el tema de la familia, el poder ayudar porque si yo no hubiese estado casado no hubiese pasado por esa experiencia de tener una esposa, de tener hijos, quizás la autoridad que tendría no sería efectiva, en cuanto a una ayuda para poder abarcar el tema de la familiar que en este tiempo estamos viendo cómo está siendo la familia tan bombardeada para que se destruya.Sandra: Hoy tú hablabas de temores de cuando la Iglesia te planteaba de que armaras una familia, temor a qué?

José: A ser rechazado nuevamente. Yo ya venía de un mundo rechazado, de un mundo en donde me discriminaban, y ese temor, bueno, obviamente que no era un temor… era un temor mío pero también estaba el otro temor que estaba siendo inducido por la mentira de Satanás. Yo no quiero de ninguna manera espiritualizar toda la cosa pero nosotros sabemos que como dice Juan 10:10 el enemigo vino a matar, a hurtar y a robar lo que no es de él. Y a mí me asaltó en esto en hacerme creer de que ninguna mujer se iba a fijar en mí. Fueron muchos años de haber vivido de una manera y yo tenía que vivir de otra ahora. Entonces cuando me hablaban de que yo me tenía que fijar en una mujer para mí era, muy difícil el tema, pero deposité toda mi confianza en Dios él me fue ayudando, el fue haciendo todo lo que yo no podía hacer o sea si bien yo me dispuse en las manos de Dios, pero todo lo que yo no podía hacer lo puse en él. Hay digamos como una anécdota que te voy a contar, porque en medio de toda esta situación aparece una chica de rosario, yo me hice amigo de ella a través de la Iglesia, y fue una de las primeras experiencias en donde mi corazón empezó a sentir algo. Tenía gente amiga que la conocía y que me alentaban a que siguiera conversando con ella. Y bueno ella me dijo que cuando ella volviera a Rosario, íbamos a seguir escribiéndonos, y me dijo que le gustaría que yo la fuera a visitar. Pasó el tiempo, hicimos una linda amistad, y donde nos habíamos encontrado que es el lugar en donde yo vivo en Córdoba, ella se quedó un tiempo y se fue para Rosario y comenzamos a escribirnos, comenzamos a tener contacto hasta que en algún momento se da la oportunidad en la que yo pude viajar para Rosario. Pero viajé a Rosario con una idea porque la verdad es que cuando ella estuvo acá conmigo, a mi me había dado la sensación de que ella estaba interesada. Y entonces cuando yo viajé, viajaba con ese pensamiento y con esa idea, y dije voy a ir a proponerle noviazgo. Cuando llegó el momento que nos encontramos y todo no fue como yo pensé. Ella me dijo que no obviamente que me causó un poco de pena un poco de desilusión y bueno yo le dije: Señor qué pasa conmigo, y no es que quería volverme a atrás. Pero me había bajoneado como usualmente se suele decir, me sentí mal y bueno me volví a mi lugar, a mi ciudad, y seguí orando al Señor. Seguí orando, seguí orando y bueno los hermanos me alentaban, no decaigas, seguí luchando hasta que bueno apareció la que es mi esposa!

Sandra: Después de la música quiero que me cuentes cómo apareció esa princesa que llegó a tu vida y cómo fue que se concretó eso que parece un lindo símbolo de esperanza de que confió en Dios y que Dios me dio la respuesta.

Sandra: Regresamos amigas y estamos conversando con José Paz, y bueno ya estamos en medio de una historia de amor, estamos a punto de saber cómo conoció a su actual esposa, bueno cuéntame un poquitoJosé: Bueno, Ceci, ella se llama Ceci del Valle, apareció en mi vida dentro del ámbito de la Iglesia, yo era el Líder de jóvenes en aquel momento, ella era una de las jóvenes comenzamos después de cada sábado que teníamos reunión de jóvenes nos quedábamos en el salón de la iglesia a conversar, a tomar mate, y bueno ella se acercaba y bueno yo comencé a sentir algo por ella indudablemente que era una experiencia para mi muy importante porque era la segunda mujer por la que ya sentía algo. Pero bueno, la de Rosario yo ya la había descartado. Ahora me quedaba esta otra joven que aparentemente me llevaba el apunte podíamos compartir lindas charlas, compartir lindos momentos, y así pasó un buen tiempo en donde ya charlábamos de cosas mas importantes por ejemplo del noviazgo. Y hasta que llegó un momento en el que le hablo a ella, de que sentía algo por ella, y bueno de que yo quería ponerme de novio con ella.

Bueno, para ella también fue una experiencia muy linda y muy fuerte porque ella venía ya de un noviazgo donde ella no lo había cortado definitivamente donde sintió la voz de Dios y ella le dijo Señor yo quiero hacer tu voluntad y no la mía y eso parece una novela porque ella estaba de novia con un muchachito que tenía ojos celestes, rubio, parecía un actor del cine pero el Señor le mostró otra cosa, ella aceptó la voluntad de Dios, renunció a eso, y se puso de novia conmigo, que fue lo más tremendo digamos, porque ella en su interior, en su corazón sintió que el señor le dijo que yo iba a ser su esposo…

Sandra: Ella conocía tu historia?

José: La conocía totalmente. Aparte el día en que comenzamos a conversar yo ya tenía pensado que en algún momento a mi vida se la iba a contar. No quería hacerle creer a ella que yo no había tenido nada. Ella a mi me conocía, pero lo que no conocía puntualmente era tantas situaciones por las cuales yo había tenido que atravesar. Pero bueno cuando nos pusimos de novios yo ya formalmente yo le hable muy abiertamente de toda mi vida bueno, ella acepto, escuchó, y me dijo que ella sentía en su corazón que el señor le había puesto algo muy especial porque ella dijo que yo sería su esposo. Así que nuestro noviazgo fue un noviazgo de 2 años, fue un noviazgo largo porque ella se enfrentó a muchas cosas, se enfrentó frente a la sociedad, se enfrentó a la familia, la familia se cuestionó, yo respetaba todo ese tiempo de ella porque la comprendía, sabía que no era fácil para ella enfrentarse a algo que nunca había vivido, pero ella fue fuerte fue fiel a Dios y bueno, el Señor la fortaleció, abrió su corazón también a quienes le cuestionaron esto, hasta que llegó el momento en el que nos casamos. Nos casamos yo tenía 33 y ella 23. ella conoció al Señor con 18 años, yo me enamoré mucho de ella aparte de ella como mujer su físico sus cosas lindas, externas, yo me enamoré mucho de su vida espiritual, me hacía sentir muy bien y bueno, fueron dos cosas que me impactaron mucho. La vida de ella física y también espiritual me llenó mucho, y bueno, nos casamos, ya van a hacer 16 años, ahora si Dios quiere en enero de 2009 van a hacer 17 años de casados con 3 hijos. Hemos vivido experiencias juntos que fueron muy fuertes, pero que cada una de ellas nos han permitido crecer y fortalecernos. En amor, en comprensión, en compañerismo, amistad, hermandad, hemos crecido en muchas cosas, y las pruebas bueno, finalmente sirvieron para que nos aferráramos más el uno al otro.

Sandra: el algún momento bueno cuando tú hablas de las pruebas supongo que hablas de la pérdida de la primera hija, Abigail, que nació y que con 15 días falleció. En algún momento pensaste que esto era un castigo de Dios?

José: lo pensé no tan abiertamente pero me enojé con el Señor, yo le dije que él sabía lo que quería, y que él sabía que para mí esto era muy importante por qué te la llevas?

Y me quedé con esa sensación fea dentro mío como que Dios era injusto. No lo tomé como un castigo a lo mejor inconscientemente lo pude haber pensado pero conscientemente no lo pensé así, si renegué a Dios, renegué mucho tiempo hasta que se me pasó, porque Dios como padre me entendió y llegó el momento en el que teníamos que tomar una decisión porque no podíamos seguir viviendo de esta manera pensando negativamente cosas que no nos hacían bien. Concurrimos a médicos, mayormente mi esposa porque ella estaba muy depresiva, no era que yo estaba mal, yo estaba mal también, le compartí a ella vamos a ir a alguien a algún médico que vea porque no podemos seguir así, aparte buscábamos otro hijo y cuando llegaba al tercer embarazo lo perdía. Cuando concurrimos a una inmunóloga y detectó que ella estaba al borde como si fuera un sida o algo así, porque la barrera inmunológica estaba destruida, por el sufrimiento, por el dolor, ella no superaba la muerte de Abigail, entonces ellas nos aconsejó que adoptáramos, que fuéramos a algún juzgado donde se adoptan chicos y empezamos a orar. Antes de meternos en lugares empezamos a orar y bueno, el Señor en algún momento trajo a una mamá que a punto ya de tener el bebe, no lo quería porque no lo podría criar, quizás aparte de no querer criarlo haya alguna historia en particular de ella, que yo no la conozco y bueno nosotros dijimos, sí, lo vamos a criar. Pasó todo un tiempo, a esto ya estábamos en el año 99, Abigail falleció en el año 98 y el 24 de Noviembre de 1999 nació Matías, y cuando ya tenía una horita de nacido lo trajimos a casa, porque lo estábamos esperando pero cuando él nació lo tuvimos que llevar urgente a una clínica en villa maría y allí lo tuvimos que dejar internado por el término de un mes no sabíamos que se tenía que quedar internado, entonces al otro día de dejarlo internado lo fuimos a buscar porque el médico dijo, es un control nada más, y para nuestra sorpresa cuando lo buscamos lo encontramos con muchos cables puestos en su cabecita en su cuerpito.

Sandra: Era revivir la historia de Abigail nuevamente…

José: Vivimos todo. Volvimos a pensar, el Señor se va a llevar nuevamente este hijo. Y bueno el médico nos alentó y nos explicó lo que le había pasado, que se le había producido un neumotórax una perforación en el pulmón, así que estuvo un mes en terapia, peligrando su vida, luchando con la vida y la muerte. Pero dentro de todo este sufrimiento y todo este dolor nosotros no sabíamos que mi esposa estaba embarazada. Porque en esos días ella se sentía muy mal, con muchos mareos, con muchas nauseas, y le echábamos la culpa a todo ese momento que estábamos viviendo, teníamos que andar mucho con la papelería de la adopción, y bueno, en las idas y las venidas de la terapia nos enteramos que estaba embarazada. Y el tiempo pasó y Matías en todo esto estaba cerca de los 8 meses, y nos llevamos a un bebé totalmente sano. A los 8 meses de Matías, nació la nena. Rocío, y cuando se cumplieron los 4 meses de que había nacido ella, quedó nuevamente embarazada! Asi que mi familia, compuesta por mi esposa, por supuesto, pero con 3 hijos, Matías, Rocío y Ezequiel. Matías de 8, Rocío de 7 y Ezequiel de 6. Así que qué más le puedo pedir al Señor Sandra; después de lo que ha hecho? Porque la verdad es que Dios me ha sorprendido, me ha regalado una hermosa familia, y que sin esa intervención del Señor, es imposible, en mi vida en particular, quizás en otra también pero de acuerdo conmigo en cuanto a la experiencia que tuve, no era una experiencia para decir bueno me caso y ya está. Me costó mucho, pero gracias a Dios hoy tengo una hermosa familia, bien formada, bien constituida, siempre recuerdo aquel pasaje que está en el Antiguo Testamento, que dice, mi casa y yo serviremos a Jehová.



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