El testimonio de Odaír

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Título: El testimonio de Odaír

Autor : Odaír Silva
EA336

En Entre Amigas, un testimonio impactante de cómo Jesucristo cambió la vida de una mujer! Odaír, ha sido transformada por el poder de Dios que le ha permitido ser tolerante consigo misma pero también con los demás


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Receta: Torta húmeda de Banana



Entrevista con Odaír Silva

Sandra: Y se abre nuestra casa para recibir en el tiempo de la entrevista a las amigas, como hacemos siempre, ya está todo preparado, hoy tenemos visitas desde lejos y es lindo poder abrir las puestas de nuestro hogar para recibir en este caso a Odaír Silva a quien le damos la bienvenida. ¿Qué tal odiar?; y me vas a contestar seguro en portugués, ¿cómo estas?.

Odiar: Todo bien.

Sandra: Muy bien, bienvenida entonces a Entre Amigas, y quiero darle la bienvenida también a la traductora en este caso es Juanita Vázquez quien va a estar acompañándonos a ayudándonos entre el portugués y el español, ¿qué tal Juanita?.

Juanita: Hola Sandra, hola Odaír, es un placer estar siempre con ustedes aquí.

Sandra: Muy bien, y queriendo conocer la vida y el testimonio de Odiar en estos 15 minutos, saber como esta mujer ha llegado a conocer a Jesucristo, ¿qué nos puede contar de su persona?.

Odaír: Bueno, no es muy fácil, pero yo tuve una vida bastante confusa, desde que conocí a mi esposo, desde que fuimos novios, desde que nos casamos y tuvimos hijos…

Sandra: ¿Y donde se desarrollaba esto, de que cuidad proviene Odiar?

Odaír: De Porto Alegre, Brasil.

La mujer en casa, tiene muchas cosas para hacer, trabajar, cuidar de los hijos, del marido, del hogar y yo tenia una carga muy pesada y como yo no conocía al Señor en ese tiempo también me resultaba difícil poder manejar toda esa situación de presiones y compromisos.

Sandra: ¿Cuántos hijos Odaír?

Odaír: Tengo 3 hijas. En el inicio del casamiento, al mes de casada quede embazada. Lo queme resulto mas difícil todavía. Trabajaba 8 horas por día y además tenia que atender a mi esposo, la casa y mi hija. Después llegaron otras hijas, 2 mas. Entonces yo estaba muy nerviosa, muy agitada en casa.

Sandra: Como tantas mujeres hoy día, en Latino América y en el mundo. ¿Cómo te fuiste sintiendo por esta situación?.

Odaír: Me daba mucha tristeza, mucha angustia yo no tenia una amiga para hablar, me faltaba una amiga. Y yo agredía a las personas por eso.

Sandra: ¿Agresiva con quien?.

Odaír: Con la gente cercana, con la familia, con los amigos. Entonces toda esta situación me dejaba muy agitada, y tenia una sobre carga grande y no conocía que Dios me podía librar de esa carga, no sabia que podía dejarlo en las manos de el.

Sandra: Cuando hablamos de agresividad, estamos hablando que ¿gritabas a la gente, o pegabas a la gente, como se manifestaba esa agresividad?.

Odaír: Mas con mis hijas. Yo las agredía físicamente, les pegaba. Sabia que ellas no tenían la culpa pero era algo que no podía controlar.

Sandra: ¿Y te había sentir culpable, me imagino después?.

Odaír: Si, muy, muy culpable. También con mi esposo, el era muy cariñoso, pero yo no le aceptaba su cariño. Además cuando yo me case, no me case enamorada de el, yo me case para salir de una situación en mi casa, un problema de incompatibilidad con mi madre.

Sandra: ¿Y esta agresividad es como respuesta a esa sobrecarga de tanta actividad como madre, esposa, y las actividades de la mujer, o porque ya traías cosas del pasado, con tu mama; a lo mejor la habías visto a tu mama actuara así?.

Odaír: No yo creo que eso venia desde mi infancia, porque cuando uno no ve cariño en casa, entonces uno trata a las otras personas sin cariño, con mucha tensión. Yo siempre fui muy rebelde al cariño. No dejaba que las personas me tocaran.

Sandra: ¿Y no tenias temor que las niñas aprendieran y repitieran esta conducta de no expresar el cariño al recibir tu agresión?.

Odaír: Si tenia mucho temor, y veo en ellas hasta el día de hoy estas dificultades.

Sandra: Odaír te invito a escuchar un poquitito de música antes de volver con esta historia que es muy interesante, aunque a veces los recuerdos traen un poquito de angustia también. Así que vamos a distendernos con un poquito de música y ya venimos.

Sandra: Bien continuamos amigas compartiendo una historia de vida linda, en el sentido que recibimos gente que no habitualmente esta acá, como Odaír Silva que viene de Porto Alegre, de Brasil y bueno, una vez que está visitando nuestro país s un gusto recibirla en Uruguay par poder conversar acerca, en este caso de su historia de vida. Una historia de vida como la de tantas mujeres, con muchas cosas, muchas cargas, muchas responsabilidades, con historias con falta de cariño de parte de sus padres, de su familia de origen, y como una mujer puede solucionar eso. ¿En que pensaste Odaír, cual pensaste que iba a ser el fin, que ibas a terminar contigo, que ibas a terminar mal pegándole algún día mal a alguien, cual era tu pensamiento en aquel momento de crisis?

Odaír: En una época inclusive yo tenia ganas de desaparecer, de suicidarme, de dejar todo. Entonces yo busque en muchos lugares, fui a centros espiritistas, a la Umbanda. Fui a muchos lugares, incluso hasta la religión católica, entre en Iglesias. Y no había nada que llenara aquella angustia, aquel vacío que sentía. Hasta que una tarde recibí una visita, toco a mi puerta una amiga, que yo es una muy, muy buena amiga. Y fue a través de ella que Dios mando; para mi un ángel.

Sandra: ¿Cómo llegó esta amiga a tu casa, fue casualmente, era conocida tuya?.

Odaír: No, ella es la mama de una compañera de la escuela de mi hija del medio, ellas comentaron la situación y le pidieron a su mama que me visitara.

Sandra: ¿Cómo recibiste esa visita, como alguien que se viene a meter en tu vida, o bien?.

Odaír: No, no yo siempre recibí bien a las personas, cuando ella llego yo le pregunte, ¿qué era lo que ella quería?. Y ella me vino a hacer una invitación para el día de la madre. Entonces yo fui porque lo necesitaba. Y todo eso me hizo mucho bien, también la música. Ellas hablan de Jesús, predicaron, y todo eso me fue llamando la atención. Mas adelante ella vino a visitarme de nuevo, y me invito para ir a una congreso de mujeres. Lo primero en el congreso fue que ella me hablo de Jesús, y ahí yo me di cuenta que tenia dudas porque el Jesús que yo conocía era el Jesús de la Iglesia Católica, y del que ella me hablaba era de otro Jesús. Entonces al año siguiente, ahí si, yo estaba preparada para ese Jesús, que me invadió, que entro en mi, y para mi hoy él es todo. Él entro mi me transformo la vida. Vive en mi, en mi corazón y yo estoy enamorada de él.

Sandra: Vamos ahora si, a escuchar una nueva pausa musical, y en los tres minutos que quedan compartimos esta nueva vida de Odaír junto a Jesús, una vida mucho mejor, y vos nombraste una palabra, ¿equilibrada, no?. A veces tanta gente busca el equilibro y no sabe donde buscarlo.

Sandra: Bueno, hemos tan rápidamente recorrido una vida entera, y es muy difícil resumir en 15 minutos una vida, pero saber que todo ese tiempo, esa vida de amargura de Odaír sufriendo tanto tiempo, pudo ser transformada por Jesucristo. ¿Cómo fue Odaír, de un momento para el otro se cambian las cosas así con Jesús, Pum!, como si uno dijera mágico?.

Odaír: No, pienso yo que no que no fue tan fácil que no fue tan repentino porque fue una amargura que duraba por años desde mi infancia y también yo me había hecho otra idea de el matrimonio que el matrimonio no iba a ser ese sobre peso de cosas de que una mujer casi sea imposible de llevar. Creo que lo normal, es que las mujeres quieren modificar a los esposos aquello que no nos gusta, cambiarlo. Y eso era lo que yo intentaba hacer hasta llegar al momento de entender de que eso no era así. Él tenía que ser modificado por otra persona. O tal vez aceptar. Pero eso pasó con los años. Fue así cuando Jesús entró en mi vida, el fue modificándola y modificándola de tal forma, que aquella amargura que yo tenía, Dios me la fue sacando. Y transformándome en una persona nueva, de a poco. Eso no hizo una transformación solo con mi esposo con la familia dentro de casa sino también afuera de la casa con las relaciones que teníamos yo no tenía amigos, sin embargo ahora sé que tengo amigos de verdad.

Sandra: Apareció el amor? No solamente por el esposo sino también el amor para comunicar a los hijos, de esa actitud de madre, de esposa y de Amiga?

Odaír: Si, ahí yo comencé a aprender a amar. Porque yo no sabía.

Sandra: Y como Dios es amor, me imagino que habrá sido un gran maestro.

Odaír: Seguro.

Sandra: Bueno ha sido muy lindo Odaír conocer más por dentro tu vida y que nos puedas compartir esta intimidad, seguramente muchas amigas se identifican contigo, y hallan vivido o estén viviendo vidas parecidas. Queremos invitarlas para que queden en contacto y que también puedan conocerte a través de las cartas después vamos a dar la dirección pero también ofrecerte la oportunidad de que les digas una última palabra ahora antes de despedirnos.

Odaír: Yo quiero decirle a todas las amigas que están escuchando que no existe otro camino a no ser Jesús el puede equilibrar tu vida, el te puede dar el amor necesario para tus hijos, para tu esposo. Aunque la situación esté muy difícil, Jesús te convida a llevar tus cargas hacia él. Y de él tu vas a recibir el equilibrio y todas aquellas cosas que tu estás necesitando. Yo hoy tengo 31 años de casada, y veo que mis hijas tienen una vida equilibrada y yo a diario estoy siendo tocada y dirigida por Jesús. A partir de mi conversión mi esposo y mis hijas también aceptaron a Jesús todo a partir de esa transformación que ellos vieron en mí. De ese equilibrio que ahora sí hay en mi vida. Por eso yo les digo que el único camino es Jesús, recórranlo ustedes también.

Sandra: Muchas gracias Odaír.

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