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21 febrero, 2008Titulo: “Examinándonos a nosotros mismos”
Autor: HermanHartwich
Nº: PE1107
Ni la religión, ni una conducta intachable hace que nuestra comunión con Dios se reestablezca. ¿Cómo se encuentra usted? Cumpliendo las normas de esta sociedad llena de opciones espirituales o realmente viviendo a Cristo en su vida? Examínese a sí mismo!
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«Examinándonos a nosotros mismos»
¡Qué tal mis amigos!, en esta oportunidad quiero compartir con ustedes algunos pensamientos de la palabra de Dios. Nosotros vivimos en una sociedad en que por ejemplo a nivel de la medicina se está promocionando mucho la necesidad especialmente a nivel femenino, estoy pensando por ejemplo el problema del cáncer de mama. Es un problema de causa de muerte en muchísimas mujeres entonces uno visita distintas clínicas distintos centros hospitalarios consultorios, y siempre encontramos alguna sugerencia, algún cartel algún afiche donde sugiere a las mujeres el auto examen de mamas. Sin dudas que no podemos limitarlo a esto, evidentemente siempre se esta sugiriendo a las personas que se examinen si ha aparecido algún tipo de bulto, alguna inflamación, algún síntoma, respiratorio, algunos síntomas que estén manifestando que algo no está bien en el organismo.
Saben que si nosotros trasladamos esto al nivel espiritual la Biblia también nos habla de la necesidad de un auto examen es muy importante que nosotros nos conozcamos físicamente, pero es más importante que nos conozcamos a nosotros mismos en el área espiritual. El apóstol San Pablo cuando escribe a los corintios en su segunda epístola capítulo 13, verso 5 les dice a los integrantes de esa comunidad: » Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe.
Probaos a vosotros mismos ¿o no os conocéis a vosotros mismos que Jesucristo está en vosotros a menos que estéis reprobados? Mis amigos, el apóstol Pablo habla de la necesidad de que se conozcan a sí mismos, que se prueben a sí mismos a fin de asegurarse de esa fe. Vivimos en un tiempo crítico en cuanto a la fe. Nuestra sociedad está plagada de opciones espirituales, opciones Religiosas. Pero la palabra de Dios nos insta a examinarnos y a asegurarnos. Muchos grupos religiosos ofrecen distintos medios, o distintos métodos para lograr salvarse pero no aseguran la salvación. Mis amigos, Jesucristo vino a darnos seguridad. Vino a brindarnos este estado de seguridad y que el hombre anhela y necesita pero lamentablemente este mundo está careciendo de esta seguridad.
Al Apóstol Pablo le interesaba que ninguno de ellos se engañase. Valgámonos de todos los medios posibles para determinar dónde nos encontramos espiritualmente.
Esto es impresionante mis queridos amigos, mis queridos hermanos. Ahora, no nos apoyemos simplemente en una profesión religiosa. Lamentablemente recuerdo que alguien dijo, no recuerdo bien si fue Carlos Marx que dijo que la religión es el opio de los pueblos. En cierta manera a mi modo de ver tenía razón por esta manera de pensar.
Si la religión trata de calmar la ansiedad del hombre a través de ciertos ritos, ciertos cumplimientos cierta participación entonces es como un opio, es una droga que simplemente le hace escapar a la realidad, le hace sentirse bien momentáneamente pero pasado el efecto, vuelve al mismo estado. Muchas personas se involucran en una religión, tienen un bienestar temporal y luego caen en lo mismo, no nos apoyemos tampoco en el hecho de aún ser miembros de una comunidad evangélica lamentablemente tenemos a mucha gente incrédula dentro de las listas de miembros de comunidades cristianas evangélicas. Tenemos gente convencida pero no gente convertida o regenerada por el poder de la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Porque ser miembro de una iglesia no significa necesariamente ser salvo. Ser de Cristo es lo que nos salva.
Mis amigos, examinemos nuestra posición. No confiemos en alguna experiencia pasada tampoco, muchas personas duermen en los laureles del pasado. Ah yo hace 20 años tuve una experiencia así, y la reviven siempre en su memoria. Pero eso no es todo, vivamos únicamente el día presente porque no es lo que pasó allá una vez y luego volvimos a ser otro tipo de persona. Tenemos que vivir el hoy, confiemos únicamente en el amor que sentimos en este momento.
Muchas personas cambian de un día para otro pero ¿Cómo ha sido tu amor, ayer, antes de ayer hace un año? ¿Cómo es hoy tu amor? Confiemos en la fe que experimentamos ahora. Ah yo tenía tanta fe antes ¿Para qué te sirvió esto antes? Es el ahora.
Yo suelo decir a mis queridos amigos que hay dos días por los cuales yo no me debo preocupar ni afanarme. El día de ayer que pasó con todas sus experiencias y el día de mañana, no sé qué será si lo viviré, si lo alcanzaré. Debo ocuparme por este día. Este momento, debo ocuparme por el servicio que cumplo ahora, en este momento, esa es la prueba valedera para nuestra vida espiritual en Cristo. No confiemos simplemente tampoco en los métodos tradicionales de conducta.
Lamentablemente muchas personas descansan su fe en ciertas prácticas en cierta conducta, en cierta manera de vivir pero es externa. Jesús condenó también este intento del hombre cuando les decía a los religiosos de su tiempo, ustedes son como sepulcros blanqueados. Por fuera son muy lindos, muy atractivos pero adentro están como los sepulcros, llenos de huesos secos y podridos. O ustedes se preocupan de limpiarlo de fuera del plato o del vaso y adentro está sucio. Muchas personas procuran mantener un aspecto agradable exteriormente en su modo de ser en su conducta pero adentro la motivación ¿Cuál es? Es posible cumplir todas las formas de culto religioso y no ser religioso. Porque vuelvo a decir lo de fuera no es lo que está adentro.
Me acuerdo hace muchos años, en el año 68 yo viajé a Rio de Janeiro y estuve visitando un museo muy interesante y fue sorprendente, era la primera vez en mi vida, yo era un muchacho, ver aquellas estatuas, pero parecían personas de verdad. Pero estaban hechas de cera. Parecía que, daban la impresión de que parpadeaban inclusive pero sin embargo eran muñecos de cera. Parecen naturales pero no tienen vida. Tienen una nariz perfecta pero no huelen.
Tienen unos ojos maravillosos pero no ven. Tienen manos suaves pero no pueden palpar. Hay muchos que cumplen difíciles condiciones de la religión y no obstante dentro de su corazón están lejos de Dios. Examinemos, entonces, cuales son los motivos que impulsan nuestra vida. Mis amigos, Habría que hacernos algunas preguntas. ¿Queremos agradar a Dios o queremos agradar al hombre? ¿Qué es lo que amamos en realidad saben que nuestro adversario el diablo siempre está diciéndonos que nosotros somos buenos, que no somos tan malos como dicen algunos. Sin embargo Cristo dice que debemos ser perfectos. Muchos dicen, perfectos, bueno nunca voy a llegar a la perfección.
La Biblia dice que debemos ser perfectos, y no dice que nos vamos a transformar en perfectos en esta tierra pero sí dice que debemos procurar la perfección ahora podemos probarnos a nosotros mismos preguntándonos ¿Me gusta pensar en Cristo? ¡Me gusta pasar tiempo en oración? ¿Me gusta leer y estudiar la palabra de Dios? ¿Me gusta tener amigos cristianos? ¿Me gusta congregarme en una iglesia cristiana y adorar y escuchar la palabra de Dios?
Pero aún más: ¿Me gusta servir a Cristo? Mis amigos, estas son preguntas que vale la pena hacernos para examinarnos, Termina Pablo con una bendición en esta epístola en el verso 14 cuando les dice » La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén. Este es mi deseo para todos ustedes queridos hermanos y amigos, pero aprendamos a examinaros para así entonces sanarnos y sentirnos bien.