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Titulo: “La traición” 1/3
  

Autor: NorbertLieth
Nº: PE1187

Ser traicionado por alguien que, de todos modos, no se lleva bien con nosotros, eso podríamos imaginarlo. Pero ser entregado a los enemigos por un amigo, quien debería estar presente justamente en tiempos de dificultades, eso es totalmente incomprensible.


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«La traición» 1/3

Estimado amigo, ser traicionado por alguien que, de todos modos, no se lleva bien con nosotros, eso podríamos imaginarlo. Pero ser entregado a los enemigos por un amigo, quien debería estar presente justamente en tiempos de dificultades, eso es totalmente incomprensible.

Sabía usted que en el Salmo 41, entre otras cosas, se nos relata una baja y vil traición de ese tipo? Dice: «Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová. Jehová lo guardará, y le dará vida; será bienaventurado en la tierra, y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos. Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; mullirás toda su cama en su enfermedad. Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado. Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando: ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre? Y si vienen a verme, hablan mentira; su corazón recoge para sí iniquidad, y al salir fuera la divulgan. Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen; contra mí piensan mal, diciendo de mí: Cosa pestilencial se ha apoderado de él; y el que cayó en cama no volverá a levantarse. Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar. Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar, y les daré el pago. En esto conoceré que te he agradado, que mi enemigo no se huelgue de mí. En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has hecho estar delante de ti para siempre. Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, por los siglos de los siglos. Amén y Amén.»

La referencia mesiánica más clara a Jesús, quien fue traicionado por un amigo, la encontramos en el versículo 9:«Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar. «Aunque en este caso se trata de la experiencia personal de David con su amigo y consejero gubernamental, Ahitofel. Éste era muy elocuente y un consejero sumamente inteligente de la casa real. Pero un día abandonó a David y se puso del lado de sus enemigos. Eso fue una amarga desilusión para el rey, lo cual lo llevó a escribir este verso del Salmo 41.

Lo que David escribió acerca de esta experiencia personal, sin embargo, también fueron palabras proféticas de la traición de Judas contra Jesús, unos 1000 años más tarde, lo cual se puede deducir claramente de Juan 13:8. Y así también lo dijo Pedro:«Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús»(Hch. 1:16). Además, encontramos en la Biblia, por lo menos, cinco pasajes del Antiguo Testamento que hablan directa o indirectamente sobre la traición de Judas, y que encuentran su cumplimiento en el Nuevo Testamento

Bien, veamos el cumplimiento de la profecía bíblica.

A través del profeta Isaías, Dios dice:«He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias». Lo mismo sucede también con los cinco pasajes bíblicos del Antiguo Testamento que tuvieron su cumplimiento en Judas.

En Salmo 41:9 hemos leído:«Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar.» Aquí podemos ver La traición de Judas.

Exactamente estas palabras (con las cuales David hablaba de Ahitofel), Jesús las utilizó durante Su última cena de Pascua, refiriéndose a Judas:«Mas para que se cumpla la Escritura: ‘El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.’ Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy». Jesús no fue ninguna víctima desprevenida, pues esa traición ya había sido profetizada en el Antiguo Testamento.

Jesús tenía un trato amistoso con Judas.

De eso habla el Salmo 55:13-15:«Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él; sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, mi guía, y mi familiar; que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y andábamos en amistad en la casa de Dios.»

Judas fue uno de los doce discípulos escogidos por el Señor, Jesús tenía una relación especial con Judas.

Judas durante unos tres años tuvo plena comunión con Jesús y fue su confidente.

Al igual que a los otros once apóstoles, Jesús le abrió, también a Judas, los ojos acerca de las parábolas, de otro modo incomprensibles. Judas estaba entre aquellos a quienes Jesús invistió con especial poder para echar demonios y para sanar enfermos. Judas estuvo presente en la fiesta anual de la Pascua y tuvo plena comunión con el Señor, en la mesa.

Judas administraba el dinero.

Judas entraba y salía del Templo con Jesús.

Judas era contado entre los amigos del Señor:«Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer»(Jn. 15:15).

Seguramente, en vista de Salmo 55:13-15, fue que Jesús llamó a Judas «amigo», cuando éste llegó para entregarlo a los enemigos:«Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce … Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle. Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó. Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron»(Mt. 26:47-50). ¿No era ese un momento profundamente nefasto, cuando Judas traicionó al Señor con un beso? Y aun así, Jesús lo llamó «amigo».

Estimado amigo, Judas recibió dinero a cambio de traicionar a Jesús.

El Dios todopoderoso, quien sabe, hasta en los más pequeños detalles, lo que sucederá en los tiempos venideros, profetizó a través de Zacarías:«Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y me dijo Jehová: Échalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro».

Y así sucedió siglos más tarde:«Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. … Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido lastreinta piezas de plataa los principales sacerdotes y a los ancianos,diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.»

Judas tuvo un amargo fin

Ahitofel, en su tiempo, como ya mencionamos, fue un consejero muy respetado del Rey David. Pero se apartó de él cuando éste fue perseguido, y más adelante lo delató a sus enemigos. Cuando Absalón aceptó la indicación de Husai, desechando la de Ahitofel, éste último se quitó la vida:«Pero Ahitofel, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó su asno, y se levantó y se fue a su casa a su ciudad; y después de poner su casa en orden, se ahorcó, y así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre».

Esta traición de la que escribió David en los Salmos, inspirado por el Espíritu Santo, fue aplicada proféticamente a Judas quien traicionó al Rey de Israel, al gran Hijo de David. De Judas ya hemos leído lo siguiente:«Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue yse ahorcó«(Mt. 27:5).

Ahora bien, el cargo de Judas, que debía ser pasado a otro

En el Salmo 109:8-9 eso es mostrado proféticamente:«Sean sus días pocos; tome otro su oficio. Sean sus hijos huérfanos, y su mujer viuda.»

Cuando Pedro, poco antes de Pentecostés, propuso designar a otro apóstol en lugar de Judas, él citó justamente este pasaje del Salmo 109:«Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella; y: Tome otro su oficio». De ahí sabemos que este pasaje, proféticamente, señala a Judas. Además, podemos suponer que Judas habría sido un hombre relativamente joven todavía cuando se quitó la vida («Sean sus días pocos»), y que estaría casado y tendría hijos («Sean sus hijos huérfanos, y su mujer viuda»).

Es impresionante, la veracidad de la Bíblia y como sus profecías se cumplen al pie de la letra. Esto nos da un indicio de que lo que Dios nos dice es verdad y se cumple.

Estimado amigo, el tiempo se ha acabado, pero recuerde que en próximo programa seguiremos compartiendo más sobre » la traición».

Dios le Bendiga!

4 Comments

  1. Martha noriega llonto dice:

    Hemos concebido la traición como una manera de arribar, no importa si en el intento tengo que pisar a los que se interponen o traicionar al amigo… por eso para escalar se adopta la misma postura rastrera

    • llamadaweb dice:

      Estimada Martha, comprendo su idea en su comentario. Aunque espero que el mensaje principal del estudio le haya edificado. Que a pesar de las circunstancias Dios siempre cumple su Palabra. Y lo bueno es que podemos aplicarlo a nuestra vida diaria, sea la circunstancia que estemos viviendo.

      Dios le bendiga!
      Robert
      LlamadaWeb.org

  2. José Víctor dice:

    Muy buen relato, y muy interesante me gustó mucho. Es la primera vez que me meto a esta página. Dios me los bendiga a todos

  3. iris rendon dice:

    Merida venezuela

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