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La Última Petición de Elías

(1ª parte)

Autor: Reinhold Federolf

Los profetas de Israel eran luces en la oscuridad, faros en el embate de las olas de los cultos a los ídolos, rocas firmes en medio del eterno sube y baja de los distintos reyes de Israel. Poco antes de ser arrebatado, Elías le hizo una última y muy interesante petición a su seguidor Eliseo. ¿Cuál habrá sido? ¡Vamos a escucharlo!


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PE1532- Estudio Bíblico
La Última Petición de Elías (1ª parte)


 


Estimados amigos, la última petición de Elías“ es el tema que hoy comenzamos a estudiar.

Los profetas de Israel eran luces en la oscuridad, faros en el embate de las olas de los cultos a los ídolos, rocas firmes en medio del eterno sube y baja de los distintos reyes de Israel.

Poco antes de ser arrebatado (según la narración de 2 Reyes 2:9 al 18), Elías le hizo una última y muy interesante petición a su seguidor Eliseo, lo cual leemos en el vers. 9:“Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti”. Para descubrir por qué a Eliseo le fue dada esta extraordinaria oportunidad y honor, debemos observar detalladamente su carácter y su vida. Sin ninguna duda, Elías marcó fuertemente a Eliseo. Y ya que nosotros mismos, como iglesia, estamos cerca del arrebatamiento, necesitamos urgentemente un despertar personal y un nuevo impulso para seguir y comprometernos con Jesús.

Vemos claramente en 2 Reyes 2:1 al 8, que Eliseo seguía a Elías como una sombra. Desde Gilgal bajaron a Bet-el, y luego a Jericó. Por todos lados ya se había corrido la voz: “¡Hoy el gran profeta Elías irá directamente al cielo!” En Jericó, el Señor envió a Elías al Jordán. Tres veces Elías le ordenó a Eliseo que se quedara, y tres veces Eliseo resaltó su intención de no apartarse de al lado de Elías por nada. Así que, la primera característica de Eliseo contiene:

Resistencia, fidelidad y devoción

En 2 Reyes 3:11 encontramos la expresión:“Aquí está Eliseo hijo de Safat, que servía a Elías”. Eso significa que Eliseo era conocido y confirmado como siervo de Elías. Durante los años que estuvo al lado del profeta como su siervo, demostró verdadera devoción, fidelidad y resistencia. Y justamente eso, se revela en la despedida definitiva de Elías. Llegados a la última etapa, Elías dividió el Jordán con su manto doblado y ambos atravesaron el lecho seco del río. Y, entonces, el profeta le indicó a su estudiante que le realizara una última petición (como leemos en 2 Reyes 2:9). Algunos tradujeron: “¡Pide lo que quieres que yo pida para ti!” Dios quería hacer algo en la vida de Eliseo a través de la oración de Elías. Hoy en día, algunos de nosotros estaríamos bastante asombrados. Nuestros pensamientos se precipitarían. Nos acordaríamos de las historias del genio de la lámpara. ¿Qué sería lo que desearíamos? Pero Eliseo no anduvo con vueltas como si fuera un incrédulo y desamparado. En él había madurado un anhelo, el cual ya se había cristalizado en todo su comportamiento:“Que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí”(leemos que dijo, en el versículo 9). Elías se podría haber ofendido y, finalmente, haber increpado a su servidor: “¿Estás loco? ¿Qué significa esto?”. Pero Elías sabía exactamente lo que significaba este pedido, y eso nos muestra la segunda característica de Eliseo:


¡Eliseo era realista!
 

La situación de Israel no era para nada floreciente. Las guerras y los cultos a los ídolos habían dejado profundas heridas. Los reyes generalmente no eran un buen ejemplo para el pueblo. Para poder efectuar algo para Dios en esta situación, para brillar como una luz, Eliseo necesitaba un poder especial. No era un optimista que soñaba con un gran avivamiento, o que aseguraba que ya estaban viviendo en el reino de paz de los mil años, o que pronto los devotos a Dios tomarían los gobiernos de todo el mundo; pero tampoco era un pesimista, aunque hubiera tenido todas las razones para hacerlo. Podría haber pensado: “Todo es tan difícil, y con este rey actual sólo puedo ver un panorama oscuro, donde lo único que puedo hacer es esperar que lleguen tiempos mejores. Total, nada tiene valor ahora…” Pero no, Eliseo no pensó así. Él quería estar preparado, ponerse a disposición, luchar y jugarse entero en tiempos difíciles, para que la gloria de Dios fuera restaurada. Así como el nombre Elías tiene un significado muy importante: “El Señor es Dios”, de la misma manera, el nombre Eliseo engloba la vida de este joven y dedicado hombre: “¡Dios es salvación, Dios salva!”.

Elías asoció esta “difícil” petición a una condición que marcaría la vida de Eliseo:“Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así…”(leemos en 2 Reyes 2:10).

Y ésta es la tercera característica de Eliseo, la cual también es muy importante para nosotros:


Mantener la mirada dirigida hacia arriba…

… para comprender, vivir, y anunciar, la realidad y las promesas de Dios. ¿No es ése nuestro problema en la vida diaria? Entre todas las actividades, preocupaciones y obligaciones, poder dirigir la mirada a Jesús, el“autor y consumador de la fe”(como dice Hebreos 12:2), y así continuamente reordenar nuestras prioridades, sí, ordenarlas debajo de Él. Eso es lo que ilustró Eliseo en 2 Reyes 6:15 al 17. Su siervo se llenó de pánico en una situación desesperada, cuando el ejército de los arameos estaba frente a las puertas de Dotán para atrapar al “espía divino”. Pero Eliseo le explicó a su tembloroso siervo que la victoria de Dios estaba garantizada, y le pidió al Señor que le fueran abiertos los ojos a esta realidad:“… y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo”(nos dice el versículo 17). El profeta no necesitaba este ánimo especial, sino su siervo. También nosotros necesitamos tener nuestros ojos abiertos, para percibir lo que, por ceguera o comodidad, muchas veces no vemos.

Dios sabía esto exactamente y confirmó al seguidor de Elías. Eliseo pudo observar el arrebatamiento de su maestro y, con el manto caído, en el nombre del “Dios de Elías”, nuevamente dividió las aguas del Jordán (como lo afirma 2 Reyes 2:14). Y en el versículo 15 leemos que el testimonio de los hijos de los profetas fue unánime:“El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo”. Una cuarta característica, la encontramos en Eliseo en medio de una crisis de fe en la vida de algunos de los hijos de los profetas. Y ésta es:


La fe imperturbable de Eliseo

De repente, algunos de los hombres se inquietaron seriamente y dudaron acerca del rapto de Elías. A veces existen algunos datos en las historias bíblicas que las colocan en un marco humano: 50 hombres valientes fueron enviados (así nos relata 2 Reyes 2:16 al 18). Si no se trataba de un “verdadero” arrebatamiento, deberían localizar a Elías, quien posiblemente hubiera sido arrastrado por un tornado, cayendo en algún lugar de las montañas o los valles. Pues, en 2 Reyes 2:1 dice, precisamente con respecto al rapto de Elías:“Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo…”

De hecho, existen historias realmente interesantes, como por ejemplo lo que ha sucedido con los tornados extremos en América del Norte: edificios enteros han sido levantados, girados y arrastrados. Ha sucedido que hombres y animales fueron levantados y sobrevivieron. Y ya que, sobre todo, numerosos animales en las praderas están expuestos a las tormentas, una y otra vez encontramos historias de las “flying cows (las vacas voladoras)”. Teóricamente, y visto desde el punto de vista puramente humano, algo parecido podría haber pasado con Elías…

En nuestro próximo encuentro, veremos cuál fue la actitud de Eliseo frente a este suceso, y lo vamos a comparar también con la situación en nuestros días.


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