Llevando el evangelio a los más pequeños – Parte 2

Continuamos hablando con Violeta Baracat, representante de APEN (Alianza Pro-Evangelización del Niño). Hoy nos cuenta sobre el trabajo práctico con los niños, las dificultades que presenta y cómo encuentran la respuesta en la Palabra. Violeta comparte con nosotros su testimonio, nos anima a ser transformados por Cristo y a llevar este mensaje de esperanza a otras personas, en especial a los más pequeños.

DESCARGARLO AQUI:
EA0946 – Entre Amigas –
Llevando el evangelio a los más pequeños – Parte 2

Entrevista a Violeta Baracat

Victoria: Es un gusto, amigas, recibirlas nuevamente en este espacio de la entrevista. Nos acompaña una vez más Violeta Baracat. Ella es representante de APEN (Alianza Pro-Evangelización del Niño) y estamos hablando de evangelizar a los niños. Violeta viene de Santiago del Estero, de Argentina, y le agradecemos nuevamente por estar con nosotros. Violeta, ¿qué es lo que estás haciendo en Uruguay?

Violeta: Qué buena pregunta. Yo tenía un deseo muy grande de conocer a Uruguay, y Dios conoce los deseos de nuestro corazón. Yo conocí a varias hermanas de aquí, de Montevideo, en un EMI, que es un programa llamado Equipo Misionero Itinerante, en el que se dan capacitaciones. Aparte de ser instructora en distintos niveles también soy instructora de pequeñitos, y dando ese curso es que conocí a Mariela, Andrea y Laura, tres muchachas uruguayas. Unos meses más tarde ellas me invitaron a hablar sobre la familia y un poco de la ideología de género en un campamento de niños. Fue todo un desafío pero gracias a Dios se concretó este deseo de mi corazón y vine. Por eso estoy aquí en Uruguay.

Victoria: ¿Aparte de Montevideo has estado en otros lugares? ¿Ya has podido compartir acerca de estos temas?

Violeta: Sí, he estado en otros lugares porque las chicas me armaron una linda agenda. Por eso estuve en Maldonado dictando tres talleres, uno sobre visualización, otro sobre pequeñitos y otro sobre el programa de la escuela dominical. Mañana vamos a ir al campamento y el lunes también voy a hablar en una iglesia.

Victoria: Así que bien movida la agenda.

Violeta: Sí.

Victoria: Qué bien, y que bueno que te hagas el tiempo para compartir con nosotras también. Hablabas acerca de la familia y de los niños. Muchas veces cae sobre los hombros de los padres la responsabilidad de recomponer, se quiere mostrar que hay nuevas formas de ser padres, que hay nuevos modelos de familia. ¿Cuál puede ser la influencia de un niño en medio de este panorama que estamos viviendo y qué es lo que el mensaje de salvación le da al niño para poder hacer frente a esta realidad?

Violeta: Es muy triste que los padres provoquen tristeza en sus hijos. Eso me preocupa y me da tristeza a mí también. Como el niño es vulnerable, es indefenso, cree que lo que está viviendo es normal, mientras que en realidad la Palabra de Dios es clara al decir que no es normal. Cuando ya hay una destrucción de la familia, ¿Qué mejor que presentarle al niño alguien que es inamovible, alguien que no va a fluctuar, que no va a cambiar, que va a sostener, que va a abrazar y que va a estar presente con él siempre? ¿Qué mejor que entregarle al niño Cristo, entregarle la salvación? Esa es la idea, que por más que él esté viviendo algo que es contrario en la naturaleza, que es muy difícil de digerir aún para un adulto, él puede encontrar en Cristo la roca firme tal y como nos lo enseña la Palabra.

Victoria: Estamos hablando de un campamento que se va a realizar. Hablábamos también en el programa anterior de estar capacitados para evangelizar al niño sea cual sea el área en la que se encuentre. Sin duda que hay muchas situaciones en las que deben llegar los niños, no solo por la situación de la familia sino también por temas de violencia de todo tipo, temas de necesidad, ni que hablar de temas de abandono. ¿Cuál es la reacción, cuál es el nivel desconfianza que puede llegar a haber en un niño a raíz de lo que ha vivido?

Violeta: Es muy fuerte tu pregunta porque no conozco el contexto de los chicos con los que voy a enfrentarme mañana. Eso es un desafío, por lo que mi oración al Señor es que yo no sea también una piedra de tropiezo para estos niños. Pero uno trata, en la medida de lo que nos enseña la Palabra, a amar y enseñar con misericordia. El niño me va a mostrar su realidad, y el evangelio le propone a ese niño que el día de mañana, cuando forme una familia delante de Dios, lo haga conforme a su Palabra. Hubo una sola familia perfecta, la familia de Cristo. Porque la familia de Adán y Eva fue perfecta hasta que el pecado la destruyó. Y ¿a qué vino Satanás? Vino a matar, a robar y a destruir. Mata, destruye la paz, roba al niño de su inocencia. Pero Cristo ha venido para darnos vida y para darnos vida en abundancia.

Victoria: Sin duda podemos ver que la historia se sigue repitiendo, la estrategia sigue siendo la misma. Cuando entra el pecado, cuando entra la violencia en distintas formas, destruye a la familia. Por eso esta invariabilidad de Cristo, este mensaje que no cambia y que le puede decir a esos niños “Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”, qué importante que debe ser para sus vidas. Quisiera preguntarte, Violeta, con respecto al tema de la educación. Seguramente debe haber niños que reciben al Señor, que les va bien en sus estudios y que tienen proyecciones hacia el futuro, pero seguro que hay algunos que están completamente desesperanzados en la vida, desanimados con lo que es el estudiar. Como sabemos, el Señor está a la puerta y lo más importante es eso, pero qué importante que es también el trabajo del maestro de escuela dominical o de esa persona que se capacita para evangelizarlos, acompañarlos y animarlos, ¿no?

Violeta: Sí. Queda un trabajo para la iglesia anfitriona porque uno va a entregar el mensaje. Los chicos van a llevar algo a su casa también, alguna actividad que los haga reflexionar, porque no solamente hay que enseñar una historia bíblica sino que tiene que haber un trabajo de pensar y de decir “yo quiero esto, esto es lo mejor para mí”. Es decisión del niño aceptar lo que es lo mejor para él.

Victoria: Violeta, ¿cuáles son las herramientas, los materiales que se utilizan para la capacitación y para el trabajo de campo que se realiza con los niños?

Violeta: En primer lugar tenemos la Biblia, la Palabra de Dios. Ella es la fuente inagotable, es la que no falla, es la que puede llegar al oído de cualquier oyente porque hay Biblias en muchísimos idiomas. Después hay otros recursos, utilizamos un material que edita CEF, son materiales que vienen de Estados Unidos con láminas hermosas. En Argentina también se estuvo editando la revista niñez que contiene recursos adaptados y apropiados para las distintas edades, desde preescolares hasta la edad de la adolescencia. Todos los textos bíblicos y las canciones están adaptados a las edades de los niños, así que recursos hay.

Victoria: Y a su vez, mientras se va aprendiendo si duda que va siendo edificado el que aprende también. Porque cada una de esas canciones, de las dinámicas o de los distintos materiales son un volver a pasar por la Palabra de Dios lo que sin duda trae crecimiento.

Violeta: Sí, como te decía, nada sale de ningún lugar que no sea la Palabra de Dios. Y el instructor, el que enseña los cursos, se retroalimenta también. Porque uno tiene que ser humilde y reconocer que el otro también puede enseñarle.

Victoria: Violeta, ya para ir finalizando este tiempo de entrevista, estamos hablando de que se le puede predicar el mensaje del evangelio a un niño porque lo puede entender, que hay personas que lo han escuchado y que lo conocen pero que todavía no tienen realmente a Cristo, que todavía no tienen la salvación. ¿Cuál es este mensaje que estamos compartiendo?

Violeta: Yo te voy a contar lo que sucedió conmigo a los 13 años. Yo venía de un entorno familiar muy bueno, grandes valores, pero mi papá no era creyente. A los 13 años fui a un campamento de APEN en el que se me presentó el evangelio y me leyeron un texto en la Biblia que dice “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su hijo único para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna”. Y yo entendí en ese campamento que yo tenía un problema: Mi problema era que era pecadora, que estaba separada de Dios y que si yo entraba mi corazón a Cristo mi vida iba a cambiar. Ese día recibía al Señor Jesús como mi salvador y se me fueron los miedos. Lo que sí, lloré toda una semana por mis pecados. El mensaje es muy claro, el mensaje dice “al que cree”, y yo animo a todos aquellos que todavía piensan que no es para ellos, a que entiendan que es para todos aquellos que quieran creer en el Señor Jesús, que quieran reconocer que Cristo murió en la cruz por mí, por el que me escucha, y que le digan al Señor Jesús: “Señor Jesús, yo creo que tu moriste en la cruz por mí, te recibo como mi salvador”. La Palabra de Dios dice que el que cree no es condenado, pero el que no cree ya ha sido condenado. ¿Qué mayor privilegio existe que llegar a ser un hijo de Dios? Juan 1:12 dice “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el privilegio de ser hechos hijos de Dios”. Y sería precioso que un día nos encontremos todos aquellos que le hemos dicho: “Señor, te recibo como mi salvador, creo que tú moriste en la cruz por mí, quiero ser un hijo”. Los pasos son creer, arrepentirse, y decirle esto al Señor. En silencio, en voz alta, en el lugar en el que estén o donde quieran, porque le Señor no es protocolar, Él está presente en cualquier lado.

Victoria: El proceso sin duda que es diferente en cada uno pero el mensaje es el mismo y tiene el mismo efecto. Qué importante, volviendo a lo que hablábamos de que los tiempos cambian y que se les llama a otras cosas familia o se le deja de llamar familia a lo que lo es, qué importante esto de decir que nos ha hecho hijos, nos ha dado el ser hechos hijos de Dios, más allá de la situación en la que vivamos. Nos pueden estar escuchando quizás muchas personas que no tuvieron a sus padres cerca o que han tenido padres que no han sido el mejor ejemplo, pero la paternidad de Dios es muy especial e íntima.

Violeta: Y es personal. Dios nos llama a cada uno y cada uno debe dar respuesta a ese llamado. Es dejar que Cristo entre en sus vidas y yo les aseguro que hay un antes y un después, porque el que está en Cristo es una nueva persona. Así que animo a todas aquellas o todos aquellos que nos están escuchando, es la mejor decisión, porque es una decisión eterna.

Victoria: Exacto, es una decisión con consecuencias eternas. Muchísimas gracias, Violeta, por este tiempo que has compartido con nosotras. Ha sido un gusto escucharte hablar acerca del trabajo que realizan y de la importancia de evangelizar a los niños, que van a ser los protagonistas en el futuro. Sin duda que Jesús tuvo palabras específicas para los niños que nos pueden ayudar a alcanzar a esos pequeñitos para Dios. Muchas gracias, Violeta.

Violeta: Muchas gracias a ti, Victoria.

Victoria: Amigas, las invitamos a que continúen escuchando Entre Amigas porque les traeremos nuevas entrevistas muy interesantes. ¡Hasta la próxima!