María, la madre de Jesús (1ª parte)

En esta oportunidad nos visita Miriam Garroni, quien nos hablará de María, la madre de Jesús. Sin dudas esta mujer nos ha dejado muchos matices que son muy enriquecedores para nuestra vida. Acompáñanos y descubre lo que Dios quiere enseñarnos…

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EA637 – Entre Amigas –
María, la madre de Jesús (1ª parte)

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Receta: Repollitos de Bruselas a la provenzal

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Entrevista a Miriam Garroni

Sonia: Le damos una muy cordial bienvenida a Miriam, quien ya nos ha acompañado en otros programas. Vamos a seguir hablando sobre como Dios cumple su propósito en nuestras vidas. Para ellos vamos a seguir viendo la vida de algunas mujeres de la Biblia. En programas anteriores hemos visto la vida de Ester, y ahora ¿De que mujer vamos a aprender?

Miriam: Lo lindo de estudiar la vida de estar mujeres es ver que no hay profecía para nuestras vidas hoy día. Pero hay un texto bíblico, Efesios 2:10 que nos dice: Dios preparó de ante mano para que anduviésemos en ellas. No sabemos si Dios preparo esos planes hace mil años, pero lo que si sabemos es que fue de antemano. Asique Dios tienen en su mente esos propósitos para nosotras.

Sonia: Y eso es individual, Dios lo ha pensado especialmente para cada una.

Miriam: Así es, la Biblia nos da ejemplo de esta disposición de Dios a usar en forma especiales la vida de cada uno de sus hijos. Pero hubo una mujer para la cual Dios tenía un propósito tan especial, que ese propósito fue profetizado en la Biblia 700 años antes de que ella naciera. Fue una jovencita que vivió hace más de 2000 años atrás. Y la profecía para ella dice en Isaías 7:14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.

Sonia: Entonces estamos hablando de Maria.

Miriam: Si, hoy vamos a estar viendo la vida de Maria, recuerden que el tema principal es Jehová cumplirá su propósito en mi. En el caso de Maria, Dios padre enviaría a su hijo a nacer en la carne, en este mundo. Necesitaba una mamá en la cual gestarse, un vientre en donde formar ese cuerpito. Pero no podía tener un padre terrenal pues de ser así ese bebe hubiera heredado el pecado de Adán. Así como cada una de nosotras lo heredamos. La palabra de Dios nos dice en Romanos 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Aquí Dios nos dice que el pecado entro al mundo por un hombre, no dice que entro por una mujer. De acuerdo a este versículo cuando yo nací, no herede el pecado de nuestra madre, sino que heredamos el pecado de nuestro padre. Que a su vez lo heredo de nuestro abuelo y así sucesivamente hasta Adán. Para llevar a cavo la concepción de Jesucristo y que este naciera en un cuerpo sin pecado no tenía que intervenir un varón. Por lo tanto era necesaria la intervención divina.

Sonia: Es increíble como Dios en esa intervención divina uso a una mujer.

Miriam: Exactamente, por eso me encanta estudiar la vida de Maria. Asique el Espíritu Santo, el mismo Dios, fue el encargado de fecundar a Maria. Dios eligió a esta mujer para ser la madre del cuerpo de Jesús. Recuerden que nuestro Señor Jesucristo es Dios, el ya existía por toda la eternidad. Lo que necesitaba ahora era ser encarnado en un cuerpo humano. Y el propósito de Dios para Maria fue permitir que Dios llevara acabo la encarnación de su hijo en este mundo.

Veamos la nacionalidad de Maria. Esto es importante porque ella iba a ser usada por Dios para cumplir el propósito máximo de Dios sobre la tierra.
Que era la encarnación del Señor Jesucristo. La primera profecía acerca del propósito de Dios para Maria esta ya en el huerto del Edén. Dios hablándole al propio Satanás profetizo sobre Maria. Lo vemos en Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

¿Pero porque saber su nacionalidad? ¿No era lo mismo si Maria hubiera sido Egipcia o Libanesa? No, miren lo que dice Juan 4:22  Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la

salvación viene de los judíos. Para que Maria pudiera llevar a caso el propósito de Dios, tenía que ser Judía. Y el Señor Jesucristo el verbo, aquel que era con Dios y era Dios tenía que hacerse carne. Juan 1:14 nos dice: Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Como ya dijimos, para que el se hiciera carne tenia que nacer de una mujer Judía. Y Maria como judía conocía bien la palabra de Dios escrita hasta aquellos días. Sabía muchos pasajes de memoria, como todos los judíos fieles. En Lucas 1:46 al 55 vemos como ella repite de memoria varios versículos del Antigua Testamento, tales como son Habacuc 3:18, 1° Samuel 2:1 entre otros. Maria también sabía muy bien los 10 mandamientos. Algunos versículos que sabia de memoria son:

Éxodo 20: 4 y 5 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen. 

Salmos 135:15 Los ídolos de las naciones son plata y oro. Obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven; Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas.

Sonia: Y no pueden obrar como el Dios vivió y real obra.

Miriam: Exactamente, Maria no adoraba imágenes porque sabía que Dios se desagrada de los que hacen tales cosas. Porque es Dios celoso, allí mismo en Éxodo 20 se nos lo dice.

Luego veamos el carácter de Maria como segundo punto. Queremos hacer notar que Maria era humana como cualquiera de nosotras, con muchas virtudes y también debilidades. En Lucas 1:26 y 27 se nos dice: Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.

Maria estaba desposada. El desposorio era un compromiso contraído entre un hombre y una mujer para casarse en un tiempo determinado. En aquella época los padres desposaban a sus hijas sin el consentimiento de ellas, aun de muy tierna edad. El matrimonio no se llevaba a cado hasta que le niña tuviera 12 años cumplidos  por lo menos. Sabiendo esto podemos deducir que Maria era una adolescente.

Vamos a ver una debilidad que aparece de Maria. Maria tuvo miedo, lo podemos ver en Lucas 1:28 al 30 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.  Es importante destacar esto, porque Maria no sabia de que se trataba. Ella era tan humana como nosotras, por eso ella tuvo miedo en esa situación. El miedo es una debilidad humana.

Sonia: Yo pensaba que así como el ángel le dijo a Maria, ¡No temas! Jesús también nos lo dice a nosotras porque él está con nosotras, nos cuida y se preocupa por nosotros. Maria tuvo miedo como cualquiera de nosotros, pero también ella fue obediente.

Miriam: Si, Maria fue obediente. ¿Qué significa ser obediente?

Es ser sumisa, dócil, suave, mansa pero principalmente es estar de acuerdo con aquel a quien se obedece. Tenemos que obedecer con gozo, con amor porque obedecer sin estar de acuerdo no es obediencia. Pasa a ser un legalismo, una obligación. Pero miremos lo que le contesta el ángel en versículo 38: hágase conmigo conforme a tu palabra. Maria entendió y acepto el propósito de Dios para su vida. Estuvo de acuerdo con Dios, por eso le dio esa respuesta al ángel. Es muy importante que lleguemos a comprender el propósito de Dios para nuestras vidas. En la medida en la que El nos la va revelando y aceptamos con esa esperanza maravillosa que nos da la fe, sabiendo Fiel es el que os llama, el cual también lo hará 1° Tesalonicenses 5:24.

Sonia: Es interesante ver que ella tuvo miedo, pero fue obediente. Tuvo esa disposición en su corazón. Hágase conmigo conforme a tu voluntad.

Miriam: Claro, porque también tuvo fe. Otra virtud de Maria, es que ella era humilde. Lo podemos leer en Lucas 1:48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva. Maria también era compasiva, lo vemos en el versículo 39 y 40 En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabeth.

Maria fue a ayudar a su parienta Elizabeth, que era de edad avanzada y  estaba embarazada de Juan el Bautista. Esto es un ejemplo para nosotras, para que seamos compasivas y tengamos ese deseo de servirnos por amor unos a otros como dice Gálatas 5:13. Y debemos amarnos fraternalmente como nos dice 1°de Pedro 3:8.

Sonia: El tiempo que Maria paso con Elizabeth seguramente también fue de gran aprendizaje. Porque las dos estaban embarazadas.

Miriam: Claro, estaban en la misma condición. También podemos ver que Maria era valiente. Ella sabia muy bien que al quedar embarazada la gente podría pensar que ella había adulterado. Sin duda ella sabia lo que decía la palabra en el Antiguo Testamento, en Levítico 20:10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. Pero Maria fue valiente porque confiaba en el Señor.

Sonia: Y sabia que ella no había pecado, y que si Dios lo había mandado así, el se iba a encargar.

Miriam: Ella estaba tranquila, tenía paz. A pesar de la posibilidad de que la apedrearan ella le dijo al ángel: He aquí la sirva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra. Nos tenemos que preguntar, ¿Que hubiera hecho yo? Dios tiene propósitos para nosotras, y a través nuestro  que el quiere cumplir. Y que a veces llevan a muchos riesgos.

Sonia: Nos puede causar miedo, pero Dios quiere que seamos humildes, obedientes, compasivas. Quiere que seamos valientes al obedecer su palabra.

Miriam: Actualmente hay un monto de testimonios. Por ejemplo conocemos a un hermano que es misionero en un país lejano. Y el nos escribe una carta que dice así: – Para mí el ser cristiano es renunciar a mis deseos personales, y caminar bajo la sombra de mi Jesús.

Este hermano esta viviendo para predicar el evangelio, y esta viviendo persecución, sufrimiento. Pero sin embargo el alaba a Dios. Estos hermanos al igual que Maria dicen: He aquí, somos siervos del Señor, hágase con nosotros conforme a tu palabra. Porque saben que Dios esta cumpliendo su propósito en ellos.