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Título: Milagro del Cielo

Autor: David FernandezEA365

David Fernández termina de contar la experiencia que tuvo con Dios al transcurrir una grave enfermedad que tuvo su hija Laura con tan solo 10 años. La historia tuvo un final muy feliz, escuche este programa y descubra cómo Dios se glorifica en la vida de Laura.


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 Entrevista  con David Fernández

Sandra: Muy bien amigas, estaba ansiosa de llegar a este momento  porque recuerdan que en el programa anterior  estuvimos conversando con David Fernández  y habíamos comenzado a conocer la historia de su hija Laura,  a quien ya tengo deseos de conocer por cierto,  quiero darle la bienvenida a David  y agradecerle que está en nuestro programa otra vez.  Cómo estás David?

David: Encantadísimo como en la vez anterior  porque antes yo compartí que entre las mujeres yo me siento muy bien.  Primero porque siempre tengo a mi queridísima madre  en mi reflejo. No tuve hermanas  tengo dos hermanos más, somos  3 hermanos pero a mi madre, que ahora mismo le estoy mostrando la foto  a mi compañera, ella, ella fue quien me llevó  al Señor. Admiro mucho a mi esposa,  y quiero tanto, tanto, tanto a lo que el Señor nos regaló cuando en el 1979,  nació una preciosa criatura  que llamamos Laura Cinthya  y que como contaba a los 10 años,  estaba diagnosticada de Leucemia linfoblástica aguda.  Y que en eso corría el año 1989  y en el programa pasado, pienso que mucha gente se habrá quedado  orando por la salud de Laurita.  Vamos a ver qué final?

Sandra: Vamos a ver qué pasó?

David: cuando supimos de la enfermedad de  mi hija recordábamos antes de  habíamos tenido una experiencia  muy fuerte con la misma enfermedad, en el mismo hospital,  y con la mejor amiguita  de mi hija, aunque la edad era diferente,  de Laura a la de concepción,  ellas se llevaban 5 añitos,  a los 10  años aquella nenita se había enfermado de Leucemia y lamentablemente  falleció, y está con el Señor.  Y Laurita se acordaba mucho de su amiguita,  por supuesto.  El tratamiento de la quimioterapia,  en un niño, produce los mismos efectos   que produce en las personas mayores.  Pérdida absoluta de todo el vello, de todo el cabello, de las cejas las pestañas   todo, porque se intenta hacer una revolución  total en la médula ósea  para que comience de nuevo a trabajar. Estando en tratamiento y llevada  al punto de  0 defensa  de 0 leucocito,  en sangre que son los soldaditos que  trabajan ayudándonos para que  las  infecciones no nos hagan Daño  estando así, una noche de febrero,  del año 1990, ,al siguiente año, pasamos a diciembre del 89 a febrero del 90, en pleno invierno,  de España, mi hija se puso una noche  de viernes a  40 y algo más de fiebre.

Por más que yo llamaba al servicio médico, no había ningún médico y ningún hematólogo  para que pudiera venir, entonces laurita en ese momento  estaba aislada, en una habitación aislada  para protección  y no sábiamos qué tenía, a las  2 o 3 horas,  en eso ya estábamos Laurita y yo solos, Nancy mi esposa,  había ya marchado a casa  a la noche y habíamos quedado los dos  y no tenía forma de encontrar auxilio  en el aspecto de médico  evidente y de pronto entró  un Señor con aspecto muy simpático  vertido como un médico  como un enfermero,  que me dice, papá qué está pasando aquí?  Y le dije  bueno lo que pasa es que mira como está laura  está tiritando está chirriando con los dientes  y le he tomado la fiebre y tiene más de 40  y dice bueno, vamos a quitarle toda la ropa  todo lo demás y vamos a ponerle toallas frías  mojadas y vamos a abrir la ventana  y estaba nevando afuera y voy a poner un ventilador   y a ver si baja esta fiebre.  Volvió a la media hora y la fiebre estaba igual.

Entonces me comenta, Bueno mira  estamos experimentando con un medicamento  con un inyectable y como no sabemos qué es  y si te parece, pero me tienes que autorizar  a que yo le ponga este medicamento.  Y yo le firmé, el me trajo y yo le autorizo  y todo lo demás y él  vino con una jeringa preparada  le dio una inyección y marchó.  Yo no le vi más en la noche, pensé que había cambiado su turno, lo que fuera, yo no le había visto nunca antes. Esto era un viernes por la noche. Vino el sábado y no había visita médica, el domingo tampoco,  y el lunes viene el profesor, que antes hablé  el oncólogo,  y encontró que en su laboratorio había una muestra de  sangre de Laura para hacer un cultivo.  Y dice: qué pasó con Laura que se ha hecho un cultivo  quién lo ordenó y yo le digo; pues está en la historia.  Mira Laura tuvo una crisis impresionante de fiebre,  no sabemos qué pasó, pero esa noche  vino un tal señor que yo no había visto nunca,  pienso que es un enfermero el dijo que no era médico,  y dice: un enfermero? ¿Cómo un enfermero? Aquí no tenemos enfermeros  hombre y digo bueno vino este señor  no sé qué es y dijo y qué hizo?  Dije, bueno le sacó la muestra de sangre y le dio una inyección que yo tuve que firmar  la autorización porque es un medicamento que se está experimentando  según me dijo él.  Y me dice: aquí no estamos experimentando  ningún medicamento.  Y aquí no hay tal señor y no hay tal historia,  ni tal papel que tu has firmado.

Cuando contaba esta experiencia en  Antena 3 televisión  de España, el editor del programa  puso debajo mío: acaso es un ángel? Pues  yo sé que después de esta experiencia  sé que fue un ángel.  Del Señor. No hay tal medicamento en ese hospital,  no hay tal registro de lo que le Dio.  No hay tal historia donde yo firmé  o tal autorización  que yo firmé, pero además de esto  esto  fue un viernes que se le hizo la analítica, el sábado  se quedó, ya sabéis que un cultivo  no es de un día ni de dos  de tres o cuatro días,  para hacer un cultivo y saber cuál es el germen, y el germen  del cultivo lo que dio de esa sangre, antes de que se le diera esa inyección  es que era un germen hospitalario  que vino por la calefacción central  de todo el hospital que viene por los tubos  de la peor familia de gérmenes  con su nombre final de “Cloaca”  en latín se dice cloacae.  Lo peor, le produjo en ella  lo que se llama una septicemia,  le envenenó la sangre  y tenía  0 de defensa y era peor la enfermedad,  que produjo esa infección  que la propia leucemia.

Sandra: Y me imagino que seguirían con Nancy preguntándose  el para qué, porque primeramente ustedes  tienen una hija, después de 13 años de matrimonio  que en forma inesperada llega a sus vidas,  después cuando todo parecía desarrollarse en forma normal  como  lo llamamos los seres humanos aparece enfermedad bueno y uno no sabe para qué  y también para que esta preparación anterior de esta amiguita  que se había muerto y para qué  esta experiencia sobrenatural con un ser sobrenatural que no solemos  ver normalmente los seres humanos.

David: La verdad que no, que yo  no, hasta el momento de este, de esta experiencia,   conocía el ministerio de los ángeles.  Pero yo nunca había recibido un ministerio directo o nunca me di cuenta. Yo en un ministerio tan directo  que en el momento no me di cuenta, por supuesto  ni le reconocí, primero porque no se presentó  nunca se presentará un angel como angel.  Y segundo porque yo estaba demasiado turbado. Demasiado, demasiado…

Sandra: Y uno puede analizar las cosas  después a la distancia no?  Porque en el momento después…

David: Por supuesto porque en el momento después  difícil de creer las cosas que te están pasando  pero sabes otra cosa maravillosa, de otra experiencia maravillosa con Dios?  Que Dios nos dio a mí, personalmente  me dio un Rema.

David: Un rema es una Palabra que viene de Dios  aplicada en un momento especial  es una palabra Griega no?  Es una Palabra que viene de Dios, es Palabra de Dios  que está en la Palabra de Dios,  y Dios no va a hablar nada que no este en su Palabra a los seres humanos,  porque Dios escribió  toda la Palabra aquí.  Pero Dios aplica la Palabra,  aplica, y el Espíritu Santo aplica la palabra,  y un Rema, es dirigido a una  persona, en una situación  exclusivamente para aquella persona.  Ahora mismo estamos comunicando  la Palabra de Dios, estamos hablando con los oyentes,  quizá hay uno…

Sandra: Que le llega de una manera especial  por un  punto, por un tema.

David: Eso es un Rema, y Dios me dio un Rema.  Audible, yo estaba luchando con Dios.  Preguntándole en oración, por qué, por qué  y por qué. Estaba tirado en el piso de mi habitación  llorando y preguntando a Dios por qué.  Por qué a mi hija.  Por qué pecado, mío, me estaba castigando o  permitiendo, porque no entendemos muchas cosas hermana.  No entendemos qué le pasa y Dios me dijo:  para que la gloria de Dios sea manifestada.  Ni este pecó, ni sus padres.  Te recordás el pasaje?

Sandra: Claro.

David: Pues vino la respuesta  y yo luchaba con Dios, y yo sabía que eso estaba en su palabra.  Y me lo volvió a repetir y esas eran las palabras,  de Dios dirigidas hacia mí.  Y me levanté en ese momento  fui corriendo hasta el hospital,  y le dije: Nancy, tengo algo que contarte,  y  le dije: sabes una cosa?  Laura esta curada.  Y ella dice: papa qué tu estás loco?  Y le digo, Laura está curada,  Dios me lo ha dicho.  Y la verdad es que yo te dije la experiencia es verdad que no me oíste,  que Dios me dijera que estaba curada?  Ningún oyente me oyó que yo dijera que mi hija estaba curada.  Dios me dijo que Dios iba a tener gloria  manifestada tras esa enfermedad, tras esas circunstancias,  y que ni yo era castigado por pecado,  ni era un pecado de mi hija,  que estuviera haciendo y me recuerda  el caso de aquel hombre durante  el ministerio del Señor Jesucristo en la Tierra que se llamaba Jairo que era un principal, de la religión judía actual en el tiempo del Señor Jesús,  un hombre que  conocía perfecto la escritura y que  se postró ante los pies del Señor Jesús  pidiéndole a que fuera a ver a su hija,  que estaba agonizando, que estaba muriendo,  y tenía nada más que doce años.  Yo me di cuenta y ahora, después de algunos años,  he podido empalizar con lo que sentía Jairo.

La agonía de la muerte de un hijo.  Es lo más horrible como experiencia humana,  y el Señor Jesús  iba a casa de Jairo.  Porque dijo Jairo, yo se que  mi hija, que está agonizando  ven y pone las manos sobre ella para que sea salva  y vivirá. Sabía Jairo  que si el Señor Jesús ponía las manos  sobre su hija, esa hija,  sanaría y viviría,  y yo sabía que Dios podía hacerlo.  Y hasta que Dios no me dijo que él se iba a llevar la gloria  yo no creía que él quería hacerlo. Sabía que él podía  creía que él podía,  le rogaba por favor,  hasta que no entendí hasta que no creí,  que él quería.

Y Jairo se dio cuenta  que el Señor Jesús  quería, porque se fue  en camino de la casa, ya iba para ahí,  pero una mujer lo paró.  Las mujeres cuando  tienen una necesidad… y ella una mujer  que estaba padeciendo de un cáncer de matriz,  y estaba con flujo de sangre  12 años y había gastado todo lo que tenía  en médicos y no iba a mejor sino  que se empeoraba decía en el evangelio de marcos en el capítulo  5, se llegó al señor Jesús  y decía dentro de sí, si tan solo lo tocara seré sana. Y el Señor Jesús sintió ese toque.  Y el Señor Jes´su se paró  para hablar con ella  y mientras la hija de Jairo estaba agonizando  y Jairo estaba también agonizando de dolor  y cuando estaba hablando con la mujer, por eso mismo la mujer, hablaba y le contó todo, toda su vida,  llegó alguien de la casa de Jairo y le dijo  no molestes más al maestro porque tu hija  ha muerto. Y yo pensé que mi hija iba a morir.  No tenía todas conmigo en lo absoluto. La medicina en el momento  todavía no tiene el cien por cien  seguro de la curación de muchísimas enfermedades  y entre ellas la leucemia.  Pero eso no imposibilita a Dios,  para obrar.  Sino solamente es una ocasión para Dios de glorificarse  porque ahora, mi hija tiene 28 años, querida,  mi hija está en plenitud de vida,  gozando de la presencia del señor en su vida,  sirviéndole al Señor, trabaja en una empresa multinacional  donde ella tiene muchísimos compañeros en toda Europa,  donde ella ha contado su experiencia y su testimonio donde el testimonio de Laura está siendo trasmitido  por los púlpitos donde voy, por las radios, las emisoras donde voy  por todos lados porque Dios se va a glorificar.  Con aquella enfermedad.

Sandra: Qué lindo, qué lindo es saber  que Dios se glorifica con lo que él hace  si nosotros le damos ese lugar y esa gloria,  verdad? Él esta dispuesto   a actuar pero  tenemos que tener esa actitud  también de verlo a él,  y n a nosotros mismos, muchísimas gracias por haber  venido David, gracias por haber compartido con nosotros esta parte de tu  intimidad  y de tu vida y de lo que Dios ha hecho en  la vida tuya y en la vida de Laura y de Nancy. Un saludo a ellas también.

David: Gracias de vuestra parte.

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