Ministerio “Las hermanas de Ana” – Parte 3

Continuamos aprendiendo acerca de “Las hermanas de Ana”, un ministerio dedicado a aquellos matrimonios que no pueden tener hijos, y a aquellas mujeres que han perdido embarazos. Simone nos cuenta su testimonio, cómo Dios la sacó de la oscuridad una y otra vez, y la forma en la que pudo cambiar su “Señor, yo quiero…” por un “que sea tu voluntad”. Te invitamos a conocer más sobre este tema y sobre su testimonio.

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EA777 – Entre Amigas –
Ministerio “Las hermanas de Ana” – Parte 3

Entrevista a Simone

Sonja: Hola amigas, estamos nuevamente en este momento de la entrevista, siempre muy esperado. Hoy vamos a tener por tercera vez con nosotras a Simone, la invitada especial, y a Isabelle, que hace el trabajo muy importante de la traducción. ¿Cómo están?

Isabelle: Bien, muchas gracias. Estoy contenta de estar otra vez con ustedes y con las oyentes.

Simone: Hola, muy bien.

Sonja: Estamos hablando del ministerio en el que Simone trabaja en Alemania, llamado las Hermanas de Ana. Allí están trabajando con matrimonios que están luchando con no poder tener hijos propios. Hemos hablado, en los programas anteriores, de los distintos aspectos y también de la forma en la que trabajan, y ahora queremos seguir conociendo algunos de los temas que están tratando y trabajando en el foro que atienden a través del internet. Me parece que nos quedaron dos temas por hablar, Simone, ¿cuáles eran?

Simone: Uno de ellos es el tema del aborto natural. Cuando una mujer por fin consiguió quedar embarazada, está muy ilusionada y empieza a desarrollar un contacto con el bebé. Y a veces más rápido de lo que uno pensaba, se derrumba todo, y el sueño de tener un hijo se fue. Tenemos mujeres en el foro que no solamente lo han vivido una vez, sino muchas, y comparten con nosotras lo que vivieron, su tristeza, pero también nos muestran cómo han logrado salir de este valle.

Sonja: Me parece que requiere mucho coraje compartir en un foro acerca de un tema tan íntimo. ¿no es así, Isabelle?

Isabelle: Sí, porque además creo que es un tema que uno nunca supera del todo. La tristeza siempre está.

Sonja: Y, por otro lado, estoy segura de que solamente una mujer que ha pasado por eso puede entender a otra mujer y aconsejarla y acompañarla en este momento tan difícil. ¿Verdad?

Isabelle: Seguramente.

Simone: Otro punto importante acerca del cual nos preguntan siempre es el tema de la adopción o de la tutela u hogar transitorio. También este puede ser el camino para un matrimonio, y esta decisión se debe tomar como matrimonio. En el foro hay matrimonios que, o ya adoptaron, o están haciendo los trámites para adoptar, y comparten sus experiencias. Ellos nos dan consejos que nos ayudan con la burocracia que nos espera y las diferentes conversaciones que vamos a tener.

Sonja: Muy interesantes todos estos temas que se tratan en el foro. Repasemos brevemente cuáles son: “Mi deseo de tener hijos y yo”, “Dios y mi deseo de tener hijos”, “El matrimonio”, “La reacción de los demás”, donde se requiere mucha sensibilidad porque a veces nuestra reacción puede lastimar al otro. Hablamos también de “Enfermedades”, “Posibilidades de tratamientos” y de estos dos temas que acabamos de escuchar. Pero, hay otras formas en las que trabajan. ¿Cómo trabajan fuera del foro?

Simone: Si la agenda nos lo permite, tenemos stands informativos con los cuales estamos en conferencias o retiros de mujeres.

Sonja: ¿Cuál es el material que reparten en estos stands de información?

Simone: Tenemos tratados que presentan nuestro trabajo, tenemos unas tarjetas de ánimo, y también diferentes libros acerca del tema.

Sonja: Yo vi el material, y siempre, en todos los materiales aparece un símbolo. ¿Nos puedes contar acerca de este símbolo?

Simone: Nuestro lema o símbolo son dos manos abiertas que están puestas en forma de recipiente, sobre las cuales fluye agua desde arriba. Hay un lema que queremos compartir con los matrimonios, que es un dicho de Dietrich Bonhoeffer, y que dice: “Dios no cumple todos nuestros deseos, pero sí todas sus promesas”.

Sonja: Esa frase es muy profunda. Vi también en el folleto una frase que me impactó, que dice: “Sin hijos propios, pero nunca sin Dios”. Y yo estaba meditando en esto, y pensé que podríamos decir también: “Sin fruto del vientre, pero con frutos para Dios.” Simone, ¿tienes algún ejemplo que nos puedas contar de un matrimonio que no tuvo frutos de su vientre, pero sí frutos para Dios?

Simone: Sí. Dios puede hacer de una herida, un milagro. Hay un matrimonio amigo de nosotros, que sintieron que Dios quería usarlos en la vida de otros matrimonios. Se abrieron a lo que Dios quería, y juntos hicieron una formación como consejeros matrimoniales. Hoy invierten mucho tiempo en matrimonios, y muy especialmente se dedican a los matrimonios que no pueden tener hijos tratando de ayudarlos en su situación. A mí me entusiasma ver cómo Dios los usa, y que son de bendición para estos matrimonios.

Sonja: Qué lindo, ¿no? Se afirma lo que hemos ya mencionado, que Dios siempre tiene un buen plan, y por esa razón ellos pueden ser de bendición para otras personas y para otros matrimonios. Simone, antes de despedirnos me gustaría, si tú lo permites, pedirte que nos compartas algunos de los puntos que son importantes para ti y para tu esposo, que han aprendido acerca de vivir el matrimonio sin hijos.

Simone: Al principio tengo que admitir que el camino sin hijos es un proceso de luto, que no se puede abreviar. Es necesario permitirse a uno mismo tomarse el tiempo para procesarlo. Una y otra vez, me tuve que obligar a mí misma a salir de la oscuridad y volver a la luz. Hay que hacerlo de una forma activa, porque la luz no viene sola. Había momentos en los que realmente me costaba hablar con Dios, pero todavía podía cantar o por lo menos tararear una melodía en mi corazón. Estoy agradecida a Dios porque una y otra vez me recordó canciones que me acompañaban y que me daban palabras de aliento en momentos donde no tenía palabras. Esas canciones trajeron luz a mi oscuridad. Experimenté una y otra vez que Dios me levantó, que me sacó de la oscuridad. En Rut 1:9 dice: “Os conceda Jehová que halléis descanso. (…)” Eso es una promesa, un deseo para personas que están pasando por luto. Y era mi deseo también, hallar descanso en mi dolor, hallar descanso de las preguntas y preocupaciones. Y realmente experimenté que Dios llegó a ser para mí un lugar de descanso. Llegó también un momento en el que no quería más que mi vida esté dominada por este deseo de tener hijos. Quería otra vez ocuparme de la vida en sí, y poder disfrutar de las cosas simples de la vida. Vinieron a mí preguntas como por ejemplo, ¿cuál es el plan de Dios para mí vida? ¿En qué lugar me quiere tener? Pero Dios no me dio en seguida las respuestas, sino que todavía trabajaba en mí. Con el tiempo, el “Señor, yo quiero” se transformó en “que se haga tú voluntad.” Y hoy siento que esta transformación no solamente cambió mi deseo de tener hijos, sino que a través de esta tristeza, Dios volvió a darme una nueva perspectiva para mi vida.

Sonja: Gracias a Dios por toda esta experiencia que Simone ha vivido junto con su esposo, y que está compartiendo con nosotras y con toda la audiencia, porque sin duda va a ser de mucha ayuda y de mucho ánimo. Solo me queda despedirme, muchas gracias, Isabelle por tu traducción, y muchas gracias, Simone, por todo lo que nos has compartido acerca de tu ministerio y de tu corazón.

Isabelle: Fue de bendición para mí también poder traducir.