Pacientemente esperando la respuesta de Dios

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Este programa trata sobre la paciencia que Dios nos da, desde nuestra salvación y podemos desarrolar con la ayuda de Dios. Tambien trata de cómo esta paciencia nos ayuda en las relaciones interpersonales y a esperar la respuesta de Dios.


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EA581 – Entre Amigas –
Pacientemente esperando la respuesta de Dios



Receta: Croquetas sabrosas


Entrevista con Mónica Flores de Flandes

Sonia: Seguimos con la segunda parte del estudio, pacientemente esperando la respuesta de Dios. Así que recordemos un poco lo que hablamos en la otra parte del estudio. Hablamos de esa paciencia que en situaciones difíciles, en pruebas saca afuera lo que hay adentro de nosotros.

Mónica: Así es, en el estudio anterior comenzamos viendo la primera palabra que era Hupomone, que se traduce como paciencia en la Biblia.
Esta palabra nos habla sobre esa paciencia que en situaciones difíciles, me hace permanecer, perseverar y desarrollar la constancia.
Mencionábamos que este tipo de paciencia, Dios la está formando en mi a través de situaciones difíciles que me permite vivir.

Sonia: Pero hay otra palabra que era Macrotumbia, y es de la que queremos aprender en este estudio. Por lo que tengo entendió, esta palabra hace referencia a la paciencia que es fruto del espíritu santo.

Mónica: Claro, así es. La palabra Hupomone, ósea esta paciencia nos da la idea de que yo persevero, yo persevero y desarrollo una permanencia a través de las circunstancias, Dios no me la puede dar. Porque él no está sujeto a circunstancias adversas sino que él la forma en mi vida. Porque sabe que la necesito para poder terminar y cumplir el propósito que él tiene para mí en la tierra. Pero como tu mencionabas la Macrotumbia es parte del fruto de espíritu santo, esta paciencia es diferente ya que da la idea de longanimidad, un ánimo duradero, a pesar de las personas, a pesar de lo que me pase. Un ánimo que no se desgaste pronto aunque pase el tiempo, va ligado a la palabra tolerancia. Da la idea de un temperamento largo, una pasión duradera o un ímpetu duradero.
Esta paciencia es un atributo de Dios, es parte del fruto del espíritu que vemos en Gálatas 5:22 donde nos dice que el fruto des espíritu es amor, gozo, paz, paciencia y sigue con las otras características. Sabemos que por eso es un atributo de Dios y lo recibimos directamente através de su espíritu santo, que él nos da en el momento de la salvación.
Esto es muy importante de saber, ya que desde el momento en que comencé una relación personal con Cristo, o sea porque en un momento de mi vida entendí que necesitaba de él. Que tenia pecado en mi vida y que a través de la sangre de Cristo que derramo en la cruz era lo único que iba a poder limpiar mi pecado y poder estar en el cielo con él. En es momento de mi salvación vino el espíritu santo a mi vida. Y es ahí donde gracias al espíritu de Dios en mi vida podemos disfrutar, si le dejamos obrar, le dejamos que él controle áreas de nuestra vida. El va a ser surgir esa paciencia que necesitamos. Es interesante ver el significado de esta palabra en otros versículos, ya que nos ayuda a ampliar la idea. Ejemplo en Efesios 4:2 vemos: Con toda humildad y mansedumbre soportando con paciencia los unos a los otros con amor. Acá nos habla de cómo yo necesito la paciencia para soportar a los demás y los demás la necesitan para soportarme. Otro pasaje es Colosenses 3:12-13 Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacerlo vosotros. Este versículo nos deja en claro que también necesito de esta paciencia para perdonar a otros.
Pensando en el tema, de cómo necesitamos la paciencia para esperar la respuesta de Dios, tal ves a peticiones que tenemos, esta es justamente la paciencia que necesitamos.
Esta paciencia está muy relacionada con el perdón y tienen mucho que ver con el relacionamiento interpersonal. Un pasaje que me gustaría compartirles y que nos puede servir mucho cuando estamos esperando una respuesta a alguna petición a Dios es Hebreos 6:12 al 15
a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia. De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.
Es interesante el llamado que Dios hace para aquello que heredan las promesas que el deja para nosotros en la palabra de Dios, por la fe pero con la paciencia. Por tener un ánimo que no decae, un corazón que no deja de esperar en Dios. El versículo comienza hablando de la pereza, y la pereza nos saca la fuerza, nos desanima, nos saca las ganas. Pero no es una paciencia pasiva, es activa y nos hace esperar con ánimo y con fuerza la respuesta de Dios. Y en este versículo (Hebreos 6:13) nos habla de Abraham. Si miramos un poco su historia, vemos que Abraham con casi 100 años va tener un hijo. (Dios lo había prometido él y a su esposa) pero ya era algo totalmente imposible. Pero sabemos que para Dios no hay nada imposible. Pero Abraham (como lo podemos ver en otro versículo) no considero su cuerpo, que ya no podía. No vio su debilidad, no miro su circunstancia, sino que creyó en lo que Dios le estaba dando y lo que le podía llegar a dar. Entonces lo importante es que en medio de su situación, tuvo un ánimo que no decayó. A pesar de su circunstancia, de su físico y de que no sabía como Dios lo iba a ser.
Y esto hace surgir una interrogante, ¿Cómo estoy yo con el tema de la paciencia con los otros? Dejamos que nos afecte muy rápidamente lo que otras personas hacen. O somos como se dice comúnmente y de forma graciosa somos un poco polvorita y nadie nos puede decir algo porque de pronto explotamos. O las personas tienen miedo de acercarnos a nosotros porque sabes que generalmente reaccionamos muy mal. Lo importante es saber que gracias a lo que Cristo hizo en la cruz por mi y de la relación que yo comencé a tener con Cristo el espíritu santo, en el momento de la salvación vino a mi vida y me capacita para poder tener relacionas personales saludables. Para yo poder soportar lo que no podría soportar, solo con la ayuda de Dios lo puedo llegar hacer. Porque a veces nos pasa que hay personas que no soportamos, hasta en las familias tenemos relaciones difíciles, o esas personas que sabemos que nos colma la paciencia. Pero sabemos que si tenemos a Cristo en el corazón, si somos salvos, el espíritu santo nos capacita y nos ayuda. Si dejamos que el controle nuestra vida el nos da la posibilidad que a través de esa paciencia podamos perdonar, soportar y estar siempre con la expectativa de esperar lo que Dios puede llegar hacer. De tener ese ánimo que no decaiga, de saber que mis oraciones van a ser respondidas.
Esta paciencia tiene que ver mucho con la esperanza y con saber esperar. Debemos tener la fe y la certeza de cómo la palabra de Dios dice él siempre va a responder mis oraciones. Va a responder por si, por no, o nos va a dejar esperando un tiempo, para donde normalmente necesitamos esta paciencia. Dios siempre nos va a responder, es una promesa que nos hace en su palabra, a veces no va a ser de la forma que esperemos. Pero debemos recordar y nunca dudar de que Dios siempre quiere lo mejor para nosotros.
Les quería compartir para ir terminando un versículo en donde la palabra de Dios usa las dos palabras juntas. Este versículo es Colosenses 1:9-11. Para entender mejor el contexto, el apóstol Pablo esta orando por la iglesia de los Colosenses y comienza diciendo: Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría e inteligencia espiritual. Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios. fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad… Aquí es donde podemos ver las dos palabras “para toda Hupomone (paciencia) y Macrotumbia (longanimidad)”. Es interesante ver como todo lo que Pablo viene orando para que esta gente que creía en Cristo anduviera como es digno de Dios, agradándole en todo. Llevando fruto, creciendo en el conocimiento de su palabra, fortaleciéndose en el poder que Dios da a través del espíritu santo. Conforme a esa potencia, para que puedan realmente aprender la paciencia y ejercer la longanimidad. En este versículo vemos como se asocian las dos palabras y lo importante es que yo pueda orar a Dios esto, así como Pablo lo oro por ellos. Orar y pedirle a Dios que nos ayude en medio de una situación difícil a ser constante en la fe, que podamos permanecer. Pedirle a Dios que el espíritu santo controle más nuestra vida para que yo pueda tener paciencia con aquellos que no tengo paciencia. Y también poder esperar en sus promesas las respuestas a peticiones personales. Que a través del Espíritu Santo podemos tener animo, tener la longanimidad, esa largura de ánimo que veíamos, cuando mi fe quiere decaer. Esto tiene mucho que ver con la esperanza, poder esperar con expectativa la respuesta de Dios, teniendo la serteza de que Dios va a responder.
Sonia: Una mujer que tiene en su vida esta paciencia, esta longanimidad, influye e impacta a las personas que viven con ella, a las personas que le rodean. Porque pueden ver como Dios realmente obra y hace ese cambio.
Mónica: Claro, por supuesto. Además todos lo necesitamos, necesitamos de esta paciencia tanto con el esposo, los hijos porque en el hogar es donde más nos conocen y donde muchas veces perdemos la paciencia mas fácil.
Sonia: Así es, necesitamos esta paciencia con los amigos, con los suegros, hermanos de la iglesia, compañeros de trabajo, con todos. Tal vez con mi jefe o jefa, tal vez tenga una situación en el trabajo difícil. Como mencionábamos va ligado al perdón, tal vez tengo que perdonar y eso me está atando al pasado, me esclaviza y no me deja avanzar. Recordemos que eso forma amargura en el corazón. Asique lo importante es que yo pueda tener un corazón dispuesto a que Dios forme en mi a través de las circunstancias lo que quiera formar. Y a que Dios controle mi vida, para poder a través del fruto del Espíritu santo ejercer esa paciencia que me va a ayudar a que mis relaciones personales sean de la forma que Dios quiere.

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