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Este programa trata sobre el perdón y lo que Dios nos manda hacer en cuanto a este tema, tomando como ejemplo la vida de José.


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EA600 – Entre Amigas –
Perdón (1ª parte)



Receta: Alfajores


Entrevista con Susana Beitze

Sonia: Estamos con Susana Beitze, que nos visita desde Guatemala, para compartir un tema muy importante.

Susana: Si, creo que cada una de nosotras tiene esa pregunta o este tema pendiente en nuestras vidas espirituales. El tema que hoy vamos a ver es sobre ¿Si se puede perdonar?

Sonia: : Según tu experiencia, ¿Qué es lo que más nos cuesta perdonar?

Susana: Eso depende mucho de cada persona, de cada circunstancia en la que nos encontremos. Pero si hacemos un recuento en general, muchas veces nos cuesta mucho perdonar, cuando alguien calumnia, habla mal de nosotras o que alguien nos traiciones. O una infidelidad, una violación, el engaño de alguien, heridas físicas o emocionales, un maltrato, abandono. Enseguida que nos hacemos esta pregunta, a cada uno de nosotros nos viene a la mente algo.

Sonia: Claro, pero ¿esa falta de perdón produce algo en nostras?

Susana: Si, produce muchas cosas tanto a nivel espiritual, emocional y físico. Produce amargura, odio, ganas de venganza, depresión, tristeza, enojo, ira, desconfianza, vergüenza, nos quieta la paz y nos lleva a caer en otros pecados. La falta de perdón trae consigo un montón de otras cosas. Muchos doctores hablan que hay un montón de enfermedades que no son tanto del cuerpo sino de nuestra mente o de nuestra alma y terminan afectando el cuerpo. Pueden ser desde enfermedades gastrointestinales, infartos, problemas respiratorios, hasta en las mujeres problemas del ciclo menstrual. Además puede provocar tendencias adictivas, como tomar calmantes para quitar el dolor que hay en el corazón y eso nos puede hacer adicto a muchas otras drogas.

Sonia: Es triste lo que estás diciendo, pero es la realidad. Creo que solemos clasificar las cosas que si perdonaríamos y las cosas que no perdonaríamos, pero yo me pregunto, ¿Hay alguna cosa que yo tenga el derecho de decidir no perdonarle a alguien?

Susana: Hay muchas personas que piensan que hay cosas que no se pueden perdonar, por ejemplo una violación, maltrato por mucho tiempo, entre otras. Pero la Biblia nos dice otra cosa. Lo más importante es que la Biblia dice que si se puede perdonar cualquier sea la cosa que nos hayan hecho o que nosotras hayamos cometido.

Sonia: Claro, porque no solo nosotros sentimos injusticias, sino que también las hacemos, dañamos a otras personas pecando nosotros y necesitamos que los demás nos perdones a nosotros. ¿La persona que perdona tiene la obligación de olvidar?

Susana: Muchas veces solemos decir, que perdonamos a alguien pero no olvidamos de lo que nos hizo. Es difícil perdonar y olvidar, pero si lo vemos en cuanto a Dios. El es omnisciente, todo lo sabe y no se le olvida nada. Pero El toma la decisión de que al perdonarnos deja eso de lado y no estar constantemente remarcando cuando fue que pecamos.
Lo mismo pasa con nosotras, hay muchas veces que no podemos olvidar lo que nos hicieron, pero puedo a través del perdón tratar a esa persona como si nunca hubiera hecho algo en contra mía.

Sonia: Hay heridas que llevaran más tiempo sanar que otras, pero a través del perdón debemos tratar de curarlas. Estábamos hablando del perdón entre personas, pero ¿Hay algún pecado que Dios no perdona?

Susana: Hay muchas sitas en la Biblia en donde nos dice que Dios siempre nos perdona, una de ella es 1ª de Juan 1:9 dice: Si confieso mi pecado, Dios es fiel y justo para perdonarme de todo pecado y de toda maldad. También en Isaías 43:25 dice: Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Esto lo esta diciendo Dios para nosotras, todo lo más vil que hagamos hecho Dios nos perdona. El no dice que cosas si y cuáles no, sino que todo lo perdona. Si vamos con la actitud correcta, de pedir perdón. También nos habla de que olvida y no recuerda nunca más.

Sonia: ¿El pedir perdón quita las consecuencias del pecado?

Susana: En el ejemplo de David, cuando peco con Betsabé. El trato de hacer hasta lo imposible para tratar de ocultar su pecado, hasta mato al esposo de Betsabé. Pero Dios saco todo a la luz. Nació un niño y David por más que pidió perdón, y quiso salvar la vida del niño. Dios lo castigo y perdieron a ese niño. Así vemos como las consecuencias no las puedo quitar, Dios si perdona, saca la culpa pero no quita las consecuencias del pecado. Por eso debemos pensar mucho antes de pecar.

Sonia: Compártenos un ejemplo bíblico, ¿De qué personaje vamos a hablar?

Susana: En Génesis tenemos una historia maravillosa de un muchacho que tuvo que aprender a perdonar. Este muchachito es un personaje, que creció en una familia con muchos hermanos, pero era el consentido del padre. Los hermanos mayores salían a trabajar y el al ser el más chiquitito se quedaba en a casa. Así que comenzaron los roces con los hermanos, los males entendidos y las envidias.
Un día el padre lo manda a buscar a sus hermanos, y sus hermanos al verlo llegar comienzan a pensar mal de el. Comenzaron a pensar que les quería sacar la herencia, que les quería hacer la vida imposible y se preguntan por qué no matarlo. Pero entre los 11 hermanos que eran se dan cuenta que no lo pueden matar porque era su hermano. Así que lo toman, le sacan la ropa y lo tiran en una cisterna de agua.
Imagina, ¿Cómo te sentirías tú si tus hermanos tienen odio constante contra ti y hasta conspiran en matarte?
Pensemos en este muchachito que se llama José, allí en el poso escuchando a sus hermanos riéndose, burlándose de él. Luego lo sacan y lo venden como esclavo.
Josa aprendió algo, el temor a Dios. Estando en una casa de esclavo, sin ningún beneficio, ni derecho, él sabía que Dios lo estaba viendo y que de alguna forma Dios le iba ayudar. Potifar el amo lo puso como el administrador de todo lo que tenia, pero a la esposa le gusto José y lo acoso día tras día para dormir con el. Por los engaños de ella José termino en la cárcel. Pensemos como nos sentiríamos nosotros, siendo vendido por nuestros hermanos, trabajando como esclavos y luego por la maldad de una mujer, terminar en la cárcel

Sonia: Te sentís con derecho de no perdonar.

Susana: Claro, pero Dios tenía un plan para José. Faraón tuvo un sueño, a José lo pusieron como el segundo en la casas de Faraón.
Al pasar el tiempo, llegaron sus hermanos delante de él. Podemos decir que era su oportunidad de vengarse, pero José había entendido que Dios le había puesto allí con un propósito especial.
En génesis 45:7-8 encontramos algo que él le dice a sus hermanos. Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios…
José sabía que no había sido un error, ni odiaba a sus hermanos. El sabía que había sido Dios quien lo llevo a ese lugar y pudo perdonar.
Génesis 50:19-21 nos dice lo que José les habla a sus hermanos: Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón. José reconoce que el no es Dios y que no le pertenece la venganza. El pudo perdonar porque estaba en ese lugar porque Dios lo quiso. Es una historia maravillosa acerca del perdón.

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