¡Quebrántame Señor! (2ª Parte)

¡Quebrántame Señor! (1ª Parte)
24 abril, 2013
¡Quebrántame Señor! (3ª Parte)
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24 abril, 2013
¡Quebrántame Señor! (3ª Parte)
24 abril, 2013

¡Quebrántame Señor!

(2ª Parte)

Autor: William MacDonald

 La palabra discípulo ha sido por demás utilizada, y cada usuario le ha dado el significado de su conveniencia. El autor de este mensaje nos lleva a examinar la descripción de discipulado que presentó Jesús en sus enseñanzas, la cual se halla también en los escritos delos apóstoles, para que aprendamos y descubramos más acerca de este concepto.


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 PE1859- Estudio Bíblico
¡QuebrántameSeñor!


 (2ª Parte)


¿Cómo están amigos? Habíamos visto sieteelementos del quebrantamiento, y continuamos ahora con el octavo. Así que: 

En octavo lugar:No sedeben presentar excusas.Como, por ejemplo: “El diablo me hizo hacerlo”, o “Fue mi vieja naturaleza”. El Dr. Ironside, contaba esta historia acerca de sí mismo: Como joven predicador, recuerdo haber aprendido algo que medio una importante lección con respecto a mis “nervios”. Fue ese tipo de lección que uno aprende con su esposa. Fue un día que había tenido que predicar cinco veces en San Francisco.

En el camino de regreso a casa me sentía cansado.Me estaba refugiando en mis “nervios”. Mi esposa me dijo algo, y yo no le contesté de buena forma. Fue entonces que me dijo: “¿Cómo es posible que me contestes así luego de una reunión? Primero estás en la plataforma, donde aparentas ser tan santo. Y, luego, me contestas de mala forma en el camino de regreso a casa.No he hecho nada para merecer esto. Apenas te hice una sencilla pregunta. ¿Qué pensaría la congregación si te oyera?”. “Mi querida, lo siento mucho, no quise responderte de mala gana, pero estoy agotado. He predicado cinco veces hoy, y los nervios me consumen”. Mi esposa me dijo: “Bueno, yo te he escuchado cinco veces. Estoy tan cansada como tú. Y si yo puedo ser amable, entonces tú ciertamente también puedes.” Tuve que disculparme. Aprendí, entonces, a no excusar mi mal temperamento llamándolo “nervios”.

En noveno lugar:No debemos defendernos. El presidente Clinton confesó su pecado: “Sí, me equivoqué”, pero al siguiente párrafo, dijo: “Vamos a establecer una férrea defensa”.

En décimo lugar:No debemos atacar a aquel que expone el pecado. La Sra. Clinton defendió a su esposo, diciendo: “Sí, fue inapropiado, pero la investigación fue el resultado de una conspiración de la derecha”.

Sería mucho mejor manejar dicha situación como lo hizo George Whitfield. “En cierto punto de su ministerio, recibió una carta bastante nociva que le acusaba de proceder erróneamente. Su respuesta fue breve y cortés: Le agradezco de corazón por su carta. En cuanto a lo que usted y otros enemigos míos dicen en mi contra, conozco peores cosas de mí mismo delas que usted u otros jamás me podrían decir. Con amor en Cristo, George Whitfield”.

Veamos, ahora, algunos:EJEMPLOS DE QUEBRANTAMIENTO EN LA CONFESIÓNEl apóstol Pablo se equivocó cuando llamó al sumo sacerdote pared blanqueada, pero cuando lo reprendieron por hacerlo, dijo:“No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás a un príncipe de tu pueblo”(así leemos en Hechos 23:3 al 5).

Cierta noche, al final de una reunión, el Dr. Donald Grey Barnhouse dijo: “Al cantar el último himno, permitamos que los egoístas se adelanten para salir del templo, y los que no son egoístas permanezcan para recibir la bendición final”. Acababan de comenzar a cantar, cuando un grupo de personas comenzó a dirigirse a la puerta. El Dr. Barnhouse se dio cuenta, en menos de un minuto, que a pesar que había predicado en el Espíritu,había hecho este último comentario en la carne. Rápidamente oró al Señor para que le limpiara de este pensamiento pecaminoso y poco amable. Luego de terminarla primera estrofa del himno, le pidió al organista que se detuviera y se disculpó con la audiencia, con la esperanza de que alguien llevara su disculpa a quienes ya habían salido.

Cuando Canon Bill Butler fue enviado a Ruanda por la Iglesia de Inglaterra, para enseñar a los creyentes nativos que estaban recibiendo una capacitación como pastores, comenzó a enseñar la teología liberal, sembrando dudas, negaciones y tonterías. Al saber que un grupo de “cristianos nacidos de nuevo” (abalokele) tenían una reunión de oración en el Campus, todos los días a las 4 de la mañana, y que oraban por él, quedó muy ofuscado. Cierto día, se determinó a hablarle al líder de este grupo y lo llamó para presentar todos sus argumentos en contra de él.Este nativo tomó sus palabras con gracia, y solamente dijo: “Pero usted realmente necesita ayuda”. Dios comenzó a obrar en la vida de Bill. Se dio cuenta que lo que había estado enseñando era falso. Cuando fue al obispo y le dijo que ya no podía enseñarlo, el obispo enterró su cabeza en sus manos y dijo: “Oh, Bill, ahora nunca podrás llegar a ser obispo”. Bill dijo: “Alabado sea el Señor”.Luego, se dio cuenta que tenía que ir a los ruandeses y disculparse.

Esto era muy humillante para un clérigo de la Iglesia de Inglaterra. Se subió al automóvil y repasó todo lo que iba a decirles.Cuando los nativos abrieron la puerta y vieron a Bill Butler, él dijo:“Aleluya”.Luego, los nacidos de nuevo invitaron aBill a su reunión de las 4 a.m. Él presentó muchas excusas para no asistir.Ellos le dijeron: “Bueno, podrías intentarlo por una semana”. Lo hizo y quedó profundamente involucrado. Cuando las autoridades supieron de esto,transfirieron a Bill otra escuela y prohibieron cualquier reunión antes de las7 a.m. Los nativos sintieron que ellos tenían que obedecer a Dios, y como resultado fueron expulsados poco antes de su graduación. Más tarde, se pusieron en contacto con Bill y le dijeron que debía ir al obispo y disculparse por cualquier resentimiento o mala actitud.

Cierto día, un miembro de la Congregación del Dr. Alexander White vino a la oficina, con la noticia de que un predicador que visitaba la ciudad había dicho, públicamente, que uno de los asociados ministeriales del Dr. White no era cristiano. El Dr. White se llenó de indignación, y se irritó a causa de se presentaran tales cargos en contra de unfiel siervo del Señor. Con pocas y bien seleccionadas palabras, expresó su ira contra aquel que era culpable de dicho pecado. “Eso no es todo”, siguió diciendo el informante, “incluso dijo que usted no era un verdadero creyente”.

Frente a esto, el Dr. White dijo: “Por favor, déjame solo en la oficina para que pueda examinar mi corazón delante del Señor”. ¡ESO es quebrantamiento!

Festo Kivengere admitió que no le caían bien las personas blancas, y que no le agradaban los británicos que gobernaban su país. El Señor le dijo que se dirigiera a un misionero británico e hiciera las paces con él. “Él es tu hermano, blanco, inglés y todo lo demás. Entonces condujo su bicicleta por setenta y cinco kilómetros para pedir perdón. Vi a mi hermano. Allí estaba un hombre a quien Jesús amaba, y realmente pasamos un tiempo maravilloso. Le saludé en la forma tradicional africana, abrazándolo. Él no se había dado cuenta lo que sucedía. Fue allí que entonces le pedí que me perdonara. Y allí estábamos, nosotros dos en la presencia del Libertador,nuestros corazones latían en armonía, no éramos ingleses ni africanos, sino creyentes nacidos de nuevo, liberados por el Hijo de Dios. Hablamos, oramos, cantamos,y luego nos separamos. Han pasado treinta y tres años de esto y todavía lo amo mucho”.

“Cuando el amor deja de sangrar, deja debendecir”.

 

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