Rechazo. 4-4

Titulo: Rechazo. 4-4

Autor: John Wilkinson 
Nº: PE943

Se entiende por «los tiempos de los gentiles» un período de dominio y poder por parte de los gentiles, comenzando con Nabucodonosor y terminando con la destrucción del anticristo.

Sabemos que será destruido por el resplandor del segundo advenimiento de nuestro bendito Señor

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Rechazo. 4-4

Estimado amigo, ¿Qué es lo que se quiere expresar con el término «los tiempos de los gentiles», durante el cual continúa el rechazo de la nación de Israel? Generalmente, estimado amigo, se entiende por «los tiempos de los gentiles» un período de dominio y poder por parte de los gentiles, comenzando con Nabucodonosor y terminando con la destrucción del anticristo.

Para muchos expositores entendidos, estos «tiempos de los gentiles» son representados como siete tiempos, o siete años de días, o trescientos sesenta días por siete; eso es, un período de 2520 años, basado en el principio de un día por año.

Es muy difícil, si no imposible, establecer el año exacto en el cual comenzaron los tiempos de los gentiles, y esta pregunta está fuera de nuestro propósito aquí; pero los mejores intérpretes de las fechas proféticas concuerdan en que cualquiera haya sido la fecha exacta del comienzo de estos «tiempos de los gentiles,» su final debe estar al alcance de la mano. Momentos antes de su ascensión, le preguntaron a nuestro bendito Señor, «¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad.» Las Escrituras proféticas deberían ser estudiadas con mucha oración, y los eventos ya acontecidos deberían ser observados con mucho cuidado por todos los cristianos, sin embargo cuestionamos la sabiduría de establecer o inclusive sugerir fechas en las cuales las profecías no cumplidas pasarán a ser historia.

Por lo tanto, sin siquiera sugerir quién será el anticristo o cuándo culminará su poder, sabemos que ha de ser destruido, no solo antes del milenio, sino también antes de que Israel como nación esté nuevamente en posesión pacífica de Palestina; y sabemos más aún, que será destruido por el resplandor del segundo advenimiento de nuestro bendito Señor. Dice la palabra de Dios: «Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida.»

Hay un sobresaliente pasaje en Isaías que es citado en la Epístola a los Romanos y que vincula la culminación del poder del anticristo con el retorno de nuestro bendito Señor, con la bendición de Israel como nación, y con la bendición del mundo gentil. Tomemos el pasaje del Nuevo Testamento primero que dice lo siguiente: «Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados. «

Ahora bien querido amigo, cuando leemos en el Nuevo Testamento las palabras «como está escrito,» sabemos perfectamente bien que las palabras dadas como ya escritas se encuentran en algún lugar de las Escrituras del Antiguo Testamento. En tales circunstancias, hacemos bien en leer cuidadosamente el versículo citado en su contexto inmediato.

En Romanos 11:25 tenemos el misterio revelado de la ceguera parcial de Israel, ignorancia ésta de la cual los cristianos gentiles se sienten orgullosos. Esta ceguera parcial por parte de los judíos continuará «hastaque haya entrado la plenitud de los gentiles» y entonces terminará. «La plenitud de los gentiles,» como ya hemos mostrado, la consideramos como el número completo de los gentiles creyentes que forman la parte gentil de la iglesia compuesta tanto por creyentes judíos como gentiles. La ceguera parcial terminará al final de esta dispensación, al regreso del Señor. Refirámonos ahora al pasaje del Antiguo Testamento que dice así: «Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él. Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.»

Detengámonos aquí por un momento. La expresión «temerán desde el occidente el nombre de Jehová» se refiere evidentemente a esta dispensación presente, durante la cual, a pesar de que el evangelio vino del este, las naciones occidentales han sido benditas especialmente, pero «su gloria» será «desde el nacimiento del sol,» lo cual significa del este. Palestina, por sufrimiento y gloria, es el centro geográfico del Señor.

Estimado amigo: claramente «el enemigo» es el anticristo. Su venida «como río» representa el clímax de su poder. Cuando dice que el Espíritu del Señor levantará bandera contra el anticristo parecería querer decir lo mismo que «solo que hay quien al presente lo detiene» como se dice en 2da. Tesalonicenses. Luego tenemos al Redentor viniendo de Sion, para la conversión de la nación judía y la destrucción del anticristo.

Tenemos entonces el inmediato llamado a la nación de Israel para llevar cabo su gran misión.

«Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.»

Luego le sigue la descripción del estado del mundo cuando la bendición de Israel como nación tome lugar. Dice la Biblia: «Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.»

Laduracióndel rechazo de la nación de Israel es hasta que se terminen los tiempos de los gentiles, y esos tiempos acabarán con la destrucción del anticristo y el segundo advenimiento de nuestro bendito Señor.