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Señales de Su venida
(3ª parte)


Como Obra Misionera queremos mostrarles una y otra vez la actualidad de la profecía bíblica. Por esa razón queremos desarrollar este interesante tema.

Por Norbert Lieth 


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TA (120) – Temas Actuales – Señales de Su venida
(3ª parte)




Queridos amigos, nos encontramos nuevamente, y quisiera agradecerles por estar otra vez junto a nosotros en este programa.

La última vez, les prometí que, después de Oseas, nos ocuparíamos de otro profeta. Y vamos a estudiar hoy una señal actual que concierne a Israel y nos indica que vivimos en el final de los tiempos, en los cuales volverá el Señor Jesús. Permítanme recordarles qué significa “final de los días” o “final de los tiempos”. De ninguna manera significa el fin del mundo, como a veces se cree. El final de los días, es el momento en que nuestra época de gracia, el tiempo de la Iglesia de Jesucristo, va concluyendo, lo cual terminará con las catástrofes del juicio de Dios y con el regreso del Señor Jesucristo el cual traerá algo completamente nuevo. A esto se refiere la expresión “final de los días”.

Quisiera explicar una segunda cosa que es muy importante, pues una y otra vez hay gente que nos dice, o nos escribe, que las profecías pronunciadas por el profeta Oseas, o Daniel, Isaías, Jeremías, u otros, son tan exactas que es imposible que pueden haber sido escritas siglos antes de su cumplimiento. Probablemente, recién hayan sido escritas después de los acontecimientos que describen. Sin embargo, tenemos hoy una maravillosa prueba científica de que esta acusación no es cierta.

Cuando los judíos volvieron a su tierra y se fundó el Estado de Israel – y es interesante que haya ocurrido justamente en ese tiempo – se encontraron en las cuevas de Qumrán, cerca del Mar Muerto, algunos antiguos rollos de la Escritura. Estos rollos contienen todo el Antiguo Testamento, con excepción del libro de Ester. Se pueden, pues, verificar los textos de todo el Antiguo Testamento en estos rollos. Por la comparación de aquellos antiguos rollos de la Escritura con la Biblia, como la tenemos hoy delante de nosotros, descubrimos que no hay ninguna diferencia significativa. Esto es lo primero.

Lo segundo es que estos rollos encontrados en Qumrán se pueden investigar científicamente, lo que hizo, entre otras, la universidad ETH en Zurich, conocida por su calidad y exactitud científica. Los científicos datan los rollos de Qumrán entre ciento cincuenta a doscientos años antes de Cristo, por lo menos. Además, los rollos de Qumrán son copias. Quiere decir que los originales deben ser aún mucho más antiguos. Y si las copias ya existían doscientos años antes del nacimiento de Jesucristo, significa que todas las profecías escritas en la Biblia, no pueden haber sido redactadas después de su cumplimiento.

Por ejemplo, lo concerniente al nacimiento de Jesús en Belén, al rechazo de Jesús por parte de los judíos, Su resurrección, Su ascención al cielo, la dispersión de los judíos por todo el mundo, la destrucción del Templo, todo esto ya estaba escrito siglos antes de que ocurriera. Y ahora, incluso, tenemos la prueba científica.

Ahora, quisiera elegir un pasaje del profeta Jeremías. Dice en la última oración del capítulo 30:“En el fin de los días entenderéis esto”. Éste es un maravilloso pasaje paralelo al que leímos la última vez de Oseas:“Y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días”. Dios, se dirige aquí al pueblo judío con las palabras:“En el fin de los días entenderéis esto.”Quiere decir: En el fin de los días acontecerá lo que ahora les voy a decir. Y, luego, sigue en el capítulo 31, verso 1, y dice:“En aquel tiempo,– y con esto se refiere, justamente, al fin de los días, es decir, al tiempo en que el Señor Jesucristo volverá –dice Jehová, yo seré por Dios a todas las familias de Israel, y ellas me serán a mí por pueblo. Así ha dicho Jehová: El pueblo que escapó de la espada halló gracia en el desierto, cuando Israel iba en busca de reposo.”De modo que Dios promete aquí, a Israel, que Él volverá a ser el Dios de Israel en el fin de los días, el Dios de todas las familias del pueblo judío, y que el pueblo judío volverá a ser Su pueblo.

Esto contradice la así llamada “teología de la sustitución”, que dice que la Iglesia ha tomado el lugar de Israel. En el fin de los días, Dios será otra vez el Dios de Israel. Y luego, es interesante ver cómo Él explica cómo será Su regreso en el final de los días, cuando volverá a aceptar a Israel como Su pueblo. Dice, en primer lugar, que el pueblo escapará de la espada. En segundo lugar, que encontrará gracia en el desierto, y en tercer lugar, que el Señor vendrá otra vez para dar reposo a Israel. Insisto: Exactamente así se está cumpliendo. Israel es un pueblo que durante casi dos mil años estuvo disperso por todo el mundo, que sufrió persecución durante dos mil años, sufrió la espada, sufrió la muerte y muchísimo dolor. La culminación de todo esto, probablemente fue el Holocausto, durante la Alemania nacionalsocialista, cuando fueron asesinados por lo menos seis millones de judíos. Pero no todos los judíos fueron asesinados.

Hubo también muchos judíos que escaparon de la espada del Holocausto, como quisiera llamarlo en este contexto, y que sobrevivieron al mismo. Y ¿qué hicieron estos judíos sobrevivientes del Holocausto, o de la espada? Ellos hallaron gracia en el desierto. ¿Qué significa esto? Ellos hallaron gracia en “Erez Israel”, en la “tierra de Israel”, pues allí huyeron, desde el Holocausto de vuelta a su patria, a la tierra de sus padres, llamada Palestina en aquel entonces, la cual era literalmente un desierto. Y luego, este pueblo, que también fue perseguido y acosado en su propia tierra, halló literalmente gracia en el desierto, ya que el desierto comenzó a florecer. Lo cultivaron, construyeron ciudades en Israel, Jerusalén fue reconstruida, y se agregaron nuevas ciudades.

Imagínense: Hace unos cien años había allí una duna en la costa del Mediterráneo, donde vivían cinco o seis familias judías que decían: Queremos trabajar para poder construir aquí nuestros hogares. Lo hicieron, comenzaron a trabajar, y hoy, esa duna, donde esas familias comenzaron a construir sus casitas, se llama Tel Aviv, y es una de las ciudades más grandes y más modernas de Israel. Literalmente se cumplieron las palabras: “Hallarán gracia en el desierto.” Ahora, existen otra vez, como pueblo, en su tierra. Y esto significa que el Señor también llevará a Israel a su reposo. El Señor vendrá otra vez y hará entrar a Israel al reposo del Reino Mesiánico. Contemos con ello. La Palabra de Dios se cumple. ¡El Señor viene pronto!

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