Sentirse bien, llevarse bien

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El Dr. Jorge Patpatián nos hace ver cuán importante son las relaciones interpersonales, el autoestima y la relación con Dios. ¿cómo combinar estos tres importantes elementos?… ¿por qué muchas veces cuesta muchísimo expresar lo que sentimos?… te invitamos a escuchar el programa y descubrir lo que Dios quiere hablar a tu corazón.


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EA622 – Entre Amigas –
Sentirse bien, llevarse bien



Receta: Pinchos/Brochetas de Pollo


Entrevista al Dr. Jorge Patpatián

Sandra: Estamos en un retiro de damas, con el expositor que es el Doctor Jorge Patpatian quien ya es un amigo de la casa. Ya que muchas veces nos ha visitado. Le queremos consultar ¿Qué temática ha traído?

 Jorge: Estamos en un retiro con aproximadamente 250 personas, de diferentes edades y iglesias del país. Estamos a unos 60 kilómetros de la capital, Montevideo – Uruguay. Y estamos compartiendo una temática que tiene muchas importancia en lo que tiene que ver con la vida de cada uno y mi vida en relación con otros. El titulo de esta seria de conferencias ha sido Sentirse bien, llevarse bien. Acerca de cómo nosotros podemos mejorar la convivencia y nuestras relaciones interpersonales.

 Sandra: ¿Esto es un problema de mujeres y de varones también?

 Jorge: Si, es un problema humano. El sentirse bien y poder llevarse bien es un problema y un privilegio de los seres humanos. En el caso de la mujer, lo que pasa es que es más sensible a estas situaciones. La mujer es más sensible cuando se siente mal y cuando se siente bien. Y la mujer es mas sensible cuando se lleva bien y cuando se lleva mal con sus semejantes. En cambio el ser humano masculino, el hombre, parecería como que no internaliza tantos sus sentimientos. No es tan consiente de lo que le sucede. Entonces a veces pasan cuestiones desapercibidas en la vida del hombre que hacen que estas cosas no salten a luz, hasta el momento en que esto se agrava.

Por eso en este retiro con damas, hemos compartido el gran privilegio que significa llevarse bien con sus semejantes y la gran bendición que significa ser un hijo de Dios. Que nos da la oportunidad de sentirnos bien como personas y sentirnos bien con el relacionamiento con nuestro prójimo.

Decimos también que es una necesidad básica, todos necesitamos sentirnos bien y llevarnos bien. Especialmente cuando estamos pensando a nivel de la comunidad. Eso nos da un sentido de pertenencia. Y sentido de pertenencia equivale a seguridad. Ósea me siento bien como persona, me siento segura cuando tengo un grupo que me contiene y un grupo al cual pertenezco. Cuando uno se siente bien con el grupo, se lleva bien con sus semejantes tiene relaciones interpersonales saludables, va a ser una persona que se siente integrada al grupo. Y eso hace que esta persona tenga esa necesidad emocional básica satisfecha. Por eso la iglesia es una comunidad terapéutica, es una comunidad donde atreves de nuestro relacionamiento con los semejantes podemos tratarnos, sentirnos bien y estar mucho mejor como persona. Pero también es un mandamiento, no nos podemos olvidar que el Señor dijo: Amaras a tu prójimo como te amas a ti mismo. Entonces amar al prójimo, amar al hermano es un mandamiento de Dios.

 Sandra: Una cosa que me llamo la atención en este retiro, fue en el momento de preguntas que surgieron muchas cosas personales pero que se basaban en el no sentirse bien. Y que al guardarlo termina afectando la relación con otros. ¿Porque a la mujer le cuesta tanto buscar ayuda y terminar con el problema?

 Jorge: Las cosas íntimas son difíciles de expresar. A veces puede pasar que la persona sienta vergüenza. Porque encuentran en la iglesia una comunidad donde si bien somos todos pecadores, hay un halo de santidad y donde se cree que nadie tiene problemas. Lo cual no es cierto. Cuando uno escarba la vida interior de las personas y se enfrenta con alguien al cual le puede compartir sus dudas, penas  y amarguras. Las personas se abren porque todos tenemos dificultades. Y es bueno encontrar personas que nos puedan ayudar, asesorar y encontrar respuestas.

Es un problema el llevar una carga interna por años, porque hasta nos puede ocasionar daños físicos o emocionales. Por ejemplo algunos de ellos son: depresiones, estrés, bajas defensas, problemas gastrointestinales, problemas ginecológicos, reumáticos, dermatológicos e infinidad de problemas que viene como consecuencia de un mal relacionamiento con el prójimo y con migo mismo.

Si yo me siento mal, me bajan las defensas y eso crea varios problemas, como ser un caldo de cultivo para tener otras enfermedades físicas o emocionales con consecuencias nefastas para mi propia vida.

Por todo esto debemos prestar mucha atención a como nos llevamos unos con otros.

Sandra: ¿Qué te han planteado las mujeres que buscan consejería? ¿Qué le esta pasando a la mujer latinoamericana hoy?

 Jorge: Yo creo que es difícil responder esto porque no se puede generalizar. Pero para mencionar una por lo menos. Una de las cosas que afecta a la mayor parte de los seres humanos, mujeres y hombres. Es lo que tiene que ver con su autoestima. Yo creo que los seres humanos adolecemos desde nuestros primeros años de vida. Pro razones culturales, educacionales, psicológicas, ambientales la capacidad de tener un concepto adecuado de nosotros mismos. Cuando un individuo tiene un concepto equivocado de si mismo, tiene una perspectiva equivocada de la realidad. De su propia realidad. Eso hace que puede tener una autoestima baja, un concepto bajo de si mismo, que no se acepte tal cual es. Y eso a la larga o a la corta va a generar ciertos trastornos consigo mismo, en su realicen con sus semejantes y en su relación con Dios. Muchos de nosotros hemos sido educados en una manera donde no ha sido propicia una docencia en la cual nos haya instalado en nosotros un concepto adecuado.  Solemos tener un concepto bajo de nosotros mismos. Eso a veces es real  porque tenemos problemas económicos, porque hemos tenido problemas familiares, o fuimos victimas de ciertas cosas. O nuestros padres no nos han tratado bien, o nos han comparado con otras personas, etc. Todo esto genera una serie de minusvalía personal que se expresa atreves de depresión, trastornos en el carácter, trastornos emocionales, angustia. Problemas de no tener un buen relacionamiento con el esposo, padres o hijos. Trastornos a nivel de las relaciones interpersonales. Interpretar cosas que tiene que ver con los demás como personales, y las tomamos a pecho. Fijarse demasiado en las actitudes de los demás. Depender en su felicidad del comportamiento de los demás. Y todo eso demuestra que hay un concepto bajo de si mismo, este es uno de los problemas mayores del porque una persona se siente mal y se lleva mal. Si tuviéramos que ver el común denominador de la mayoría de los problemas de los seres humanos, tiene que ver con el auto estima personal.

Los cristianos tenemos la gran ventaja que es restaurar nuestra imagen personal. Porque es una de las cosa que Dios quiere. El quiere restaurar mi imagen personal atreves de su aceptación a mi persona. Dios me acepta como soy y a pesar de lo que soy. Dios acepta mi carácter, mis debilidades, mis problemas, mi personalidad. Dios acepta toda mi persona. El murió por mí. Cuando yo llego al convencimiento que soy acepto en el amado, como dice la carta de los Efesios en la Biblia. Puedo realmente comprender que si Dios me acepta como soy yo también me tengo que aceptar como soy. Y eso es la puerta abierta a numerosas soluciones a mis problemas.

 Sandra: En el retiro tú hiciste una ilustración muy interesante. Mostraste al público un billete de un dólar. Su valor es de un dólar. Y luego lo arrugaste, lo pisaste y demás. Ese dólar a pesar de su apariencia sigue valiendo un dólar. Y así podemos estar nosotros, vapuleados por la vida, muy lastimados pero nuestro valor sigue siendo el mismo, y es muy especial para Dios.

Le quería consultar ¿Qué es lo que pasa con la mujer que no es cristiana en cuanto a este tema? ¿El conocer a Jesús le aporta valor? ¿Cómo podemos ayudar a aquella mujer que es cristiana pero que aun sigue con estos problemas?

 Jorge: El trabajo de Dios es restaurar, primero nuestra imagen personal, y segundo nuestro relacionamiento con los demás. Cuando Dios llega a la vida de una persona, Dios restaura. La imagen que tenemos de nosotros mismos y nuestra convivencia interpersonal. Pero hay tres cosas que hace Dios. Primero Dios me da en la vida Identidad. Cuando yo tengo la fe en un Dios creador, cuando se que Dios esta conmigo. Cuando se que el habita en mi corazón, creo en el. He sido perdonado atreves de su sangre vertida en la cruz.  Cuando abrazamos eso con nuestra fe, Dios nos da identidad, somos alguien. Si tú le preguntas a una persona que esta deprimida ¿Quién es? Te va a decir que no es nada.

El hijo de Dios sabe quien es, tiene identidad. El hijo de Dios también tiene motivación. La segunda cosas que Dios nos da es motivación. El hijo de Dios tiene una razón por la cual vivir. Tu le preguntamos a una persona deprimida ¿Qué hace? La respuesta va a ser que no hace nada, porque no sirvo para nada. Y lo que hago lo hago mal.

Dios da un sentido de motivación, Dios da una razón por la cual vivir.

Y la tercer cosa que Dios da es esperanza. Yo se hacia donde voy, se de donde vine, se donde estoy parado, y se hacia donde me voy. Y se que mi futuro es mejor que mi pasado y que mi presente. Cuando uno tiene estas cosas incorporadas el trabajo de Dios en la vida de una persona es una bendición. Porque puede convivir mejor consigo mismo y con sus semejantes. También puede tener una relación intima y personal con Dios. Pero esto es un proceso no es de la noche a la mañana. De la noche a la mañana es el perdón que Dios te da. Pero el proceso puede llevar mucho tiempo. En dicho tiempo yo tengo que dar mi aporte para que mi vida se vaya puliendo cada día.

En este retiro mencionamos algunas consideraciones para llevarnos bien. Por ejemplo: Cuidar y vigilar nuestra autoestima. Vigilar mi nivel de aceptación personal. Mantener un concepto adecuado de mi mismo. Aceptarme tal cual soy. Es importante recordar que debo aprender para llevarme bien con otras personas, que mi bienestar como individuo no depende de las actitudes y de las conductas de los otros. Mi felicidad brota de adentro y sale hacia afuera. No es que de afuera va hacia adentro y eso es un concepto que a veces no lo manejamos bien. Pero dependemos del trabajo de Dios en nosotros, darnos ese gozo que viene de adentro y no importantes tanto las reacciones de afuera. También es importante vivir libre de ataduras. Solemos estar atados queremos demostrar o probar que somos mejores que los demás. Debemos liberarnos de la necesidad de compararnos con los demás. Debemos de aprender a ser personas no negativas, menos pesimistas sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre las circunstancias. También debemos de cortar con el pasado. Dios quiere hacernos nuevas personas, la Biblia dice todo aquel que está en Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron. Tenemos que aprender a cortar con el pasado, y también debemos de saber que tenemos que obedecer a Dios. Obedecer a Dios es cumplir sus mandamientos, y el segundo gran mandamiento dice: Amaras a tu prójimo como a ti mismo. Por lo que amarse a sí mismo y el amar al prójimo son un mandamiento. Cuando nos amamos a nosotros, nos aceptamos como somos y aceptamos a nuestro prójimo sin duda vamos a ser personas que funcionan mucho mejor.

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